El cine nacional goza de talento y creatividad, pero desde hace tiempo las películas argentinas tienen problemas de exhibición. En los últimos meses la dificultad fue creciendo y así como El custodio (Rodrigo Moreno) fue levantada de un complejo multipantalla por problemas con la media de continuidad, Sofacama (Ulises Rosell), El color de los sentidos (Norman Ruiz y Liliana Romero) y Arizona Sur son ejemplos claros de que no se está cumpliendo con la cuota de pantalla reglamentada hace dos años. ¿Por qué? El gerente de Fiscalización del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Daniel Peña, subraya a Página/12 que durante el año pasado “algunos sectores (sobre todo el de exhibición) le empezaron a encontrar algunos huecos legales para no ser sancionados si no cumplían con la exhibición de las películas”.

–¿Qué tipo de huecos?

–Un ejemplo concreto nos pasó esta semana, cuando pusimos a disposición la película Arizona Sur. La resolución dice que los exhibidores tienen treinta días para exhibir la película cuando el Instituto la pone a disposición. Una empresa nos dijo: “Sí señor, queremos cumplir. Mándeme la película el 8 de junio”. Otra nos dijo: “Queremos cumplir con la ley. Mándeme la película el 15 de junio”. Y otra nos dijo que se la enviáramos el 22 de junio. O sea, legalmente, cumplieron. ¿Qué provocaron en la práctica? Que no se pueda estrenar la película. ¿Cómo se estrena en tres fechas distintas?

–¿Qué están haciendo concretamente para modificar esta situación?

–Trabajamos en una resolución nueva que va a salir no más allá de mitad del mes que viene. Estamos ajustando las cosas para que tengan que pasar las películas o que paguen las multas. Vamos a poner obligaciones más puntuales para que no termine el trimestre y, por ejemplo, que no pasen las películas que estaban para pasar, para que no nos digan los días lunes que el jueves no pasan la película. En realidad, no hicieron un uso racional de la libertad o del arbitrio que daba la resolución.

Además de la nueva resolución, Peña subraya que se están encarando negociaciones para acordar “una salida de películas con menos cantidad de copias”, ya que uno de los errores cometidos fue que “el tratamiento legal es igual para todas las películas” y no es lo mismo “salir a las pantallas con 30 copias o 28 como Derecho de familia, que salir con 12 o 14 como El custodio o 3 o 4 como Sudeste. Entonces, ahora estamos tratando de empezar a diferenciar a pedido del productor”, ya que tanto los productores como los directores “saben para qué lado están apuntando con las películas”, dice Peña. Paralelamente, las autoridades del Incaa están pensando en un proyecto de decreto con una nueva cuota de pantalla “que tenga que ver con la legislación del siglo XXI. El decreto que estamos usando está preparado para un país con 1500 salas repartidas en 1500 domicilios. Y hoy tenemos 900 y pico de salas repartidas en unos 400 domicilios”, sostiene Peña.