Las expresiones artísticas suelen ser un reflejo de la época, de un tiempo y un lugar. Y la música, claro, no es la excepción a la regla. De 2001 a esta parte, al menos, floreció la necesidad de encontrarse, de revalidar las identidades culturales y de recuperar el espacio público. No es casual, entonces, que hayan surgido en los últimos años propuestas musicales dispuestas a rescatar el espíritu de las fiestas populares y la fuerza del baile. Un claro exponente de este nuevo escenario es Babel Orkesta, un colectivo musical-teatral que evoca a las antiguas orquestas itinerantes y que se sirve de los folklores del mundo para construir su repertorio. “La gente necesita bailar y las bandas tienen que ser el vehículo para que la gente concrete esa fiesta”, entiende Marcelo “Zeta” Yeyati, saxofonista e ideador de Babel Orkesta. Y continúa: “Vos ponés lucecitas de colores y banderines y generás una atmósfera familiar. La idea es que la gente encuentre un lugar donde estar contento, hacer rondas y que alguien de repente te dé la mano. Y es notable cómo ahora aparecieron agrupaciones que tienen un montón de instrumentos y mezclan ritmos”. En compañía de Rosario Smowing y Faela! (Suecia), Babel Orkesta presentará su disco debut, Felicidad garantizada, hoy, a las 20, en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131).

“En Babel es tan importante lo que pasa en escena como lo que suena”, enfatiza Pablo “Poderío” Maitía, guitarrista y compositor. Es que la orquesta no sólo está integrada por músicos, sino también por actores. Arriba y abajo del escenario, los músicos-actores recrean una “fiesta popular, algo espontáneo y familiar. Y que tiene que ver con los festejos de las comunidades”, explica Maitía. “Antes ibas a un casamiento, un cumpleaños, un aniversario o un festejo y siempre había una orquestita. Y quizás el que se casaba o algún primo estaba en esa orquesta. Ahora cayó en desuso, pero eso se estilaba mucho. Nosotros tratamos de rescatar ese ámbito, ese clima. Nos interesa la horizontalidad y hacer bailar a los ancestros. No queremos estar arriba del escenario y ser adulados; nos gusta mucho compartir. De hecho, Babel entra tocando entre el público”, cuenta el músico, entusiasmado por recorrer el país con Babel. A la hora de salir a actuar, cada uno de los integrantes se convierte en un personaje: Laura “Laurie” Alonso (voz y pandereta), Alejandro “Oaky” Castellani (batería), Cesar “Huevo” Pavón (acordeón), Santiago “El Niño” Castellani (tuba y trombón), Ana “Mita” Granato (voz y castañuelas) y Diego “Tito” Brizuela (voz y kokiriko) completan la orquesta.

Felicidad garantizada, su reciente trabajo, da cuenta de la diversidad de ritmos populares y culturas que conviven en el grupo: vals, gypsy, tarantela, paso doble, klezmer, swing, aires de tango y otros. “Nos dimos cuenta de que es muy bueno utilizar ritmos que están en el inconsciente popular y colectivo, porque la gente ya los conoce, por más que algunas sean composiciones originales”, apunta Yeyati. Y resalta: “La diversidad está ahora en boga. No hay tanta necesidad de encasillar. Nosotros nos encargamos de romper todas esas fronteras. Además, no tocamos suavemente, tocamos descaradamente. Trasladamos el espíritu rockero hasta a un vals”. Maitía, por su parte, suma: “Babel tiene una estética bien definida que se ancla en una cosa antigua y a la vez modernizada. Babel se puede definir como punk por la vehemencia con la que tocamos, por las cosas que pasan en vivo y le pasan a la gente”.