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Viernes, 21 de febrero de 2014

TELEVISION › KEVIN BACON SALTO A LA TEVE CON THE FOLLOWING

“Si voy a interpretar al héroe, quiero que sea uno caótico”

En la serie que emite Warner Channel, el actor, que se hizo famoso mundialmente con Footloose, encarna a un ex agente del FBI embarcado en una misión de venganza. “Lo interesante de la segunda temporada es que hay muchas máscaras”, afirma.

 Por Roque Casciero

Afuera, la nieve le otorga al paisaje neoyorquino esa ensoñación que Hollywood no pudo haber inventado, pero sí ha transmitido como marca registrada de una ciudad inigualable. Página/12, junto a otros periodistas de todo el mundo, está adentro de un departamento de lo más corriente: quien lo diseñó muestra el living, la habitación, el gimnasio... Pero, claro, no todo es lo que parece: una puerta conduce a un “cuarto secreto”, en el que un ex agente del FBI trama una sangrienta venganza contra un asesino serial. Eso, al margen de que se trata de un decorado de televisión, aunque uno en el que todo funciona (excepto el baño) y que costó unos 300 mil dólares construir. El dueño de casa se llama Ryan Hardy y durante toda la primera temporada de The Following persiguió a Joe Carroll, experto en poesía romántica (y especialmente en Edgar Allan Poe), que creó un culto con la muerte como anhelo máximo. En el último episodio, Hardy supuestamente se había deshecho de Carroll y estaba feliz junto a la ex esposa del asesino, cuando uno de los “seguidores” los apuñaló a ambos. Y en el inicio de la segunda temporada, los televidentes descubrieron que la bella Claire había muerto. The Following se emite por Warner los viernes a las 22, pero si alguien se perdió los primeros episodios de este año, el domingo habrá una maratón a partir de las 22.

“Qué bueno que no aprendieron el código de la cerradura del cuarto secreto, si no, tendría que matarlos”, dispara con una sonrisa Kevin Bacon, que en la serie encarna a Hardy. El actor, que saltó a la fama con Footloose y amasó una larga y variada carrera en Hollywood, aceptó por primera vez un protagónico en la tevé para ponerse en la piel de un héroe con más magullones –físicos y emocionales– que lo habitual. “Ryan Hardy es complejo, que es exactamente lo que quería: si voy a interpretar al héroe, quiero que sea uno caótico”, le dice a Página/12 durante la rueda de prensa, de la que luego participarán James Purefoy (quien encarna a Carroll) y Shawn Ashmore (el joven agente del FBI Mike Weston). “Quería construir a un héroe que no siempre tome las decisiones correctas y que tenga fallas”, continúa Bacon. “Lo interesante de la segunda temporada es todas las máscaras que hay. Hasta que no se descubre el cuarto secreto, uno cree que Ryan Hardy ya no quiere tener nada que ver con Joe Carroll: está sobrio, sale a correr, da clases, está feliz. Pero su obsesión ha calado más profundo y ya no tiene que ver con llevar a Carroll ante la Justicia... Es un modo muy poco saludable de vivir para cualquier persona. La obsesión lo lleva a dar clases, que es lo que hacía Carroll, a usar el saco de tweed... No es algo agradable.”

El haberle agregado nuevos elementos a la personalidad de Ryan Hardy ratifica la decisión de Bacon de meterse en el mundo de la ficción televisiva: “Una de las mejores cosas que tiene hacer televisión es que podés seguir caminando en los zapatos del personaje y no tenés la presión a cada semana de tener que explicar completamente quién es, porque habrá capas que el público deberá pelar de a poco. Es distinto en el guión de una película, donde tenés dos escenas y en el medio necesitás incluir otra para mostrar vulnerabilidad, sentido del humor o enojo, porque el film va a ser todo lo que se sepa del personaje. Con The Following podemos estirarlo en el tiempo”.

Bacon recuerda que en sus comienzos en la actuación, el cine y la televisión eran dos ámbitos muy diferentes y los actores no solían cruzar esa línea. “En aquel momento decidí que quería ser actor de cine y teatro –afirma–. Pero después, en Los Soprano, empecé a ver a gente como James Gandolfini explorar realmente a fondo sus personajes. Y los guiones mejoraban cada vez más: Six Feet Under, Dexter, The Wire... Además, todo el mundo hablaba de la televisión, se convirtió en una parte muy importante de la cultura popular. Y como era lo que miraba y disfrutaba, me dije que quería ser parte de eso. Incluso desarrollé un par de programas que nunca se concretaron. En ese momento me planteé que no quería hacerlo en las grandes cadenas, era un poco snob al respecto, como si lo único bueno pudiera estar en el cable premium. Pero me llegó el guión de The Following (producido por Fox), lo leí y pensé ‘Ok, tiene un héroe con muchas fallas, y es sobre la vida y la muerte’. Y realmente quería hacer algo en lo que se apostara fuerte, así que firmé el contrato.”

El actor está muy a gusto con el ritmo vertiginoso de las grabaciones de The Following, aunque para él fue una condición importante que la serie no durara más de quince episodios por temporada. “Supongo que ya lo habrán escuchado mil veces, pero en el cine hay muchos tiempos muertos, sobre todo en las películas de alto presupuesto. Te la pasás en tu trailer mientras están ajustando las luces o tenés un par de días libres porque están filmando algo en lo que no aparecés. Por ahí tenés que hacer sólo una escena, pero hay que hacer trece montajes de esa escena, entonces filmás media página por día o algo así. Cuando trabajo en The Following, en cambio, no paro de correr hasta el final del día. Apenas salgo del auto, corro a que me maquillen y me peinen, de ahí voy al set, grabo una escena, otra y otra más, tenemos media hora para comer y a grabar más. No paramos de movernos, así son las cosas. Pero lo bueno es que ahora paso mucho más tiempo de mi vida actuando. Durante seis meses, actúo un montón. Y eso es lo que amo hacer: me encanta estar ahí, adoro el tiempo entre que gritan ‘acción’ y ‘corten’, estar con los otros actores... Hay grandes actores que pasan por la serie, diferente tipo de escenas... Hay peleas, llanto, borracheras, montones de escenas copadas para actuar.”

La televisión vive su segunda época dorada. Al menos, eso es lo que piensa Bacon, quien asegura que encuentra muchos programas que le interesan en la pantalla chica. “Esta noche voy a volver a casa y en el DVR voy a tener tres programas para ver: The Walking Dead, True Detective y Girls. Amo a Lena Dunham, es maravillosa...”, suelta. De todos modos, con seis meses de parate entre una temporada y otra, Bacon quiere regresar a la pantalla grande. “En lo creativo, uno quiere estar seguro de que puede explorar a otros personajes”, explica. “Si cada vez que te mandan un guión de un film es de lo mejor, entonces vas a seguir en el cine durante largo tiempo, pero sólo debe haber cinco tipos a los que les pasa eso (risas). Lo que uno quiere es tener buenos papeles.”

Kyra Sedgwick, la esposa de Bacon, protagonizó durante siete temporadas The Closer, así que el actor asegura que no llegó “a ciegas” al universo televisivo: “La vi trabajando sin descanso, tratando de entender los guiones y dar lo mejor de sí, vi el ritmo de trabajo, incluso dirigí un par de episodios, así que entendí cómo iba a ser el proceso”. A Sedgwick, dice él, le gusta The Following. “¡Pero yo le gusto más que Ryan Hardy!”, bromea. “No es que me dice ‘¿Podés traer el revólver el fin de semana así jugamos?’ De todos modos, cuando amás a alguien, aunque sepas que es un personaje, se te puede hacer difícil verlo... luchar. Luchar con las pérdidas de quienes lo rodean, con el aspecto físico, las heridas. Quizás a veces se le hace difícil ver eso.”

Hace unos años, Bacon había afirmado que ni él ni Sedgwick querían que sus hijos se dedicaran a la actuación. Sin embargo, Sosie, de 21 años, ya participó en varias películas y fue Miss Golden Globe 2014. “En retrospectiva, estuve un poco ingenuo cuando dije eso, porque tanto mi esposa como yo somos parte del show business y, no sé si es por naturaleza o por la crianza, cuando crecés en un entorno así querés desarrollar partes creativas”, reconoce Bacon. “Ambos quieren crear: mi hijo Travis es músico y esa carrera es igual de difícil. Pero creo que lo de que no quería que actuaran es porque, pese a lo que nos gusta, Kyra y yo sabemos lo increíblemente dura que es la competencia y cómo sos juzgado, tanto por tu trabajo como por la taquilla, los ratings, tu aspecto y lo que decís en entrevistas. Entonces, arrojar a tu hijo a una situación así es muy duro, tenés que tener una piel muy, muy gruesa. Así que no los empujamos hacia ninguna de esas carreras, pero en un punto ella nos dijo: ‘La verdad, no me importa realmente lo que piensen, esto es lo que quiero hacer’.” Cuando le preguntan si le gustaría que Sosie aparezca en The Following, Bacon responde que ella debe hacer su propio camino. Y agrega: “Además, cada personaje que aparece en la serie muere y no me gustaría ver eso (risas). Hay que tener cuidado con el casting: siempre hablamos de que mi mujer aparezca, pero por ahora no nos parece una buena idea”.

“No tengo mucho en común con Ryan Hardy”, compara Bacon. “Nunca podría ponerme en peligro del modo en que lo hace él, ni tampoco tengo la misma clase de oscuridad rodeándome. Pero sí hay algo de él con lo que me identifico, aunque me cuesta ponerlo en palabras... Me siento cercano a él de una manera difícil de describir.” Pero luego lleva más allá la explicación: “Para ser adulto tenés que hacerte cargo de tus acciones, pero en un punto tenés que darte cuenta de que hay cosas contra las que no podés. Y éste es un hombre que es incapaz de hacer tal cosa: él se siente responsable de cada cosa mala que sucede a su alrededor, a partir de la muerte de su padre cuando él era un chico. Está tan sobrecargado que creo que le resulta casi imposible sobrevivir. Y para mí mismo, he aprendido a evitar esas cargas”.

Si en la primera temporada de The Following Hardy quería meter preso a Joe Carroll, ahora quiere vengar la muerte de Claire. Y Bacon le confiesa a Página/12 que no sabe muy bien cómo se siente al respecto: “Pregúnteme de nuevo cuando haya terminado la temporada... A veces resulta difícil hablar sobre algo cuando estás muy metido en ello”. De todos modos, se le recuerda al actor, durante el primer año su personaje y el de Shawn Ashmore ya habían torturado y matado a uno de los seguidores de Carroll. “Fue una escena difícil de interpretar”, concede Bacon. “Para mí, la relación entre ellos está centrada en ese momento. Es difícil recordarlo, pero cuando Ryan conoce a Mike Weston, éste es sólo un chico. Era como una cara nueva y admiraba mucho a Ryan Hardy, pero ahora es un hombre dañado. Y eso es por culpa de Ryan. Así que será interesante ver hacia dónde va eso. Al final, todo se reduce a si tenés o no esperanza: eso es lo que va a ir cerrando cosas en el programa.”

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“Se siente responsable de cada cosa mala que sucede a su alrededor”, dice Kevin Bacon sobre su personaje en The Following.
 
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