La concientización sobre la importancia de la preservación del medio ambiente ha ido ganando adeptos en varios lugares del mundo porque algunas problemáticas son comunes. La iniciativa de organizar un festival de cine con esta temática hay que valorarla en toda su dimensión porque permite, a través de la imagen, seguir fortaleciendo el respeto y el cuidado por el lugar donde viven los seres humanos. Desde hoy y hasta el 30 de este mes, el Instituto Multimedia DerHumALC –encargado de la realización de las quince ediciones del Festival de Cine de Derechos Humanos– presentará la segunda edición del Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca) en tres sedes: el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), Alianza Francesa de Buenos Aires (Córdoba 946) y BAMA Cine Arte (Roque Sáenz Peña 1150). A largo de la muestra se exhibirán veintinueve producciones, entre largometrajes, cortos y mediometrajes, que integran las secciones Minas y Petróleo, Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Sustentabilidad y Desechos y Contaminación.

Uno de los objetivos del Finca es mostrar la temática ambiental enfocada en los derechos humanos. “Nosotros consideramos a la problemática ambiental como una cuestión social a discutir y debatir con la sociedad civil y con todos los organismos interesados para poder concientizar y generar nuevas plataformas de encuentro y también buenas prácticas para poder ir modificando cierto hábitos desde lo cotidiano y a nivel personal, educativo, social y de agenda política”, explica a Página/12 Florencia Santucho, directora del Finca y de reconocida trayectoria también como directora del Festival DerHumALC. En relación con si cambian las problemáticas ambientales reflejadas en los films según el país de origen, Santucho sostiene que en los últimos quince años las producciones han variado mucho: “A nivel latinoamericano, se destacan películas con una mayor incidencia y presencia de las historias de los actores sociales directamente involucrados. En cambio, las producciones norteamericanas o europeas, por lo general, son observaciones, investigaciones y material de denuncia, pero desde una visión distanciada: generalmente retratan casos de países en desarrollo”.

Catorce títulos integran la competencia oficial: siete largos y siete cortos y mediometrajes. De Estados Unidos se proyectará Balance glaciar, donde el documentalista Ethan Steinman propone una exploración por la Cordillera de los Andes desde Colombia hasta la Argentina para conocer a quienes sufren la disminución de los glaciares tropicales. El director argentino Hernán Vilchez estará en el Finca para presentar Huicholes, los últimos guardianes del peyote. “Se trata de los wirikuta, pobladores originarios del territorio sagrado Huichol, de México, que pelean por la defensa de este producto natural de sus tierras porque está siendo amenazado por la explotación minera”, explica Santucho. De la canadiense Amy Miller se conocerá Sin tierra, sin comida, sin vida, documental sobre la agricultura sustentable en tres países: Mali, Camboya y Uganda. “Son seguimientos de historias de vida de campesinos, cuyas tierras fueron apropiadas por multinacionales, y constantemente la población local es reprimida al defenderlas. Es uno de los casos conocidos de lo que se llama land grabbing (usurpación de tierras). El caso de Uganda trata el tema de la producción de aceites de palmeras, que provoca la intoxicación de las tierras y de la población por agrotóxicos”, informa la directora del Finca.

Italia estará representada por dos largometrajes en la competencia oficial. Buenos días Taranto, documental de Paolo Pisanelli, investiga la contaminación del aire, la tierra y el agua de esa ciudad italiana como consecuencia de los hornos de Ilva, la planta de acero más grande de Europa, construida junto a los suburbios de Taranto. El segundo film italiano en competencia es Escoria suelta, de Gianfranco Pannone, quien viajará a Buenos Aires a presentar su documental, con temática referida a la energía nuclear. “Es una película sobre una planta nuclear que se instaló en el Borgo Sabotino, Italia, en 1963. Hoy, después de casos como, por ejemplo, el de Fukushima, se ha despertado un debate abierto en la población local, que se cuestiona cuál es la necesidad de seguir manteniendo establecimientos de energía nuclear”, adelanta Santucho. En el Finca se estrenará a nivel latinoamericano El veneno está en la mesa 2, del brasileño Silvio Tendler. “En esta película se asocia la información de denuncia y también la explicativa de ciertos factores y condiciones de los productos agrotóxicos con la condición de devastación de un territorio como el brasileño, donde hay muchísimos casos de contaminación de la salud de la población local.” El séptimo largo en competencia es el francés ¿Todos ratas de laboratorio?, documental de Jean-Paul Jaud, donde el profesor Gilles-Eric Séralini realiza un minucioso estudio sobre veneno nuclear en ratas de laboratorio.

En cuanto a la competencia de medios y largos, se destaca 9.70, de Victoria Solado, que relata la historia de un grupo de campesinos a los que el gobierno de Colombia les incautó y destruyó setenta toneladas de arroz. Tiempo después, se promulgó la Resolución 9.70 que prohíbe una práctica milenaria que los campesinos realizaban al momento de producir alimento y que consistía en reservar parte de su cosecha para la próxima siembra. De esa manera, obtenían semillas cada vez más fuertes y cultivos más eficientes, práctica que se vio afectada por la mencionada normativa. También en el Finca se estrenará en función especial El tesoro del bosque, documental argentino realizado por Marcelo Viñas y producido por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. “Esta película destaca la fortaleza y la importancia de los bosques nativos que no son utilizados para fines forestales de producción de maderas, sino que vienen siendo preservados para el mantenimiento de un ecosistema que esté en equilibrio armónico con el medio ambiente que lo rodea”, comenta Santucho. “Para nosotros, el estreno de esta película es muy importante porque se está valorando uno de los mayores elementos que tenemos en el país en cuanto a características de bosque nativo con uno de los ecosistemas más importantes del mundo, cuya preservación nos permite también seguir teniendo ciertas características ecológicas para las próximas generaciones”, agrega la directora del Finca.

Además de las proyecciones de películas, habrá una serie de actividades especiales, entre las que se destacan la exposición fotográfica Arte para el cambio y una mesa-debate sobre la soberanía alimentaria, que tendrá como objetivo abrir la discusión sobre la defensa del derecho de los pueblos a la elección de formas de producción y comercialización sostenibles. También se ha previsto el Taller de Arte Ecológico, que estará a cargo de Eco Art y que integrará diferentes disciplinas artísticas con el objetivo de “problematizar y promover una conducta ecológica que implique el cuidado, el respeto y la conservación del medio ambiente”, según señala la información de prensa.

* Horarios y sedes de proyecciones: www.imd.org.ar/finca