“Es un año especial, ya que el festival celebra los sesenta años de su fundación”, destacó Fernando Spiner en el superpoblado microcine de la Enerc, la escuela de cine que depende del Incaa. Como se recordará, fue el general Perón el que el 8 de marzo de 1954 inauguró el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. ¿Por qué, entonces, 29ª edición, y no 60ª? Porque, como también se recordará, el Ficmdp sufrió no una sino varias interrupciones hasta 1996, fecha desde la cual se realiza en continuidad. José Martínez Suárez, su director desde hace siete ediciones, presentó la número 29 en compañía del mencionado Spiner –que del cargo de productor artístico que asumió el año pasado pasa ahora al de director artístico– y de Lucrecia Cardoso, presidenta del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales. La vigésimo novena edición del Ficmdp se realizará en esa ciudad balnearia desde el sábado 22 al domingo 29 de noviembre.

“En mi pueblo había uno que decía que los números gobiernan el mundo. Era el quinielero”, arrancó Martínez Suárez su presentación casi de stand-up. Fue, de hecho, el único de los tres expositores que se paró para hablar. A partir de esa introducción y contando como de costumbre con las risas y carcajadas que despiertan sus continuos chistes y ocurrencias, el director de films tan famosos como Dar la cara, Noches sin lunas ni soles y Los muchachos de antes no usaban arsénico circunscribió su alocución a la numerología, precisando desde la cifra de películas presentadas para su consideración como la cantidad de funciones que se realizarán diariamente, desde primera hora de la mañana hasta la medianoche. Antes de ello tuvo lugar el momento más emotivo de la velada, cuando se recordó al cineasta Humberto Ríos, fallecido el sábado pasado a los 84 años. A los 89, Martínez Suárez sigue desplegando la arrolladora energía que lo caracteriza.

La presentación en el abarrotado microcine de la Enerc (nunca hubo tanta gente, que se recuerde, en una presentación como ésta) se abrió con la exhibición del corto institucional de la 29ª edición, a cargo del prestigioso realizador Esteban Sapir (Picado fino, La antena), que en un par de minutos homenajea la historia entera del festival con una pequeña joyita en blanco y negro. A veces con alguna reiteración (un foco de dos películas en homenaje al mítico director de fotografía Alberto Etchebehere se anunció nada menos que tres veces), Martínez Suárez y Spiner –que también es, como se sabe, director de cine– puntualizaron los “hits” de la próxima edición, que tendrá como invitados destacados a Paul Schrader (guionista de Taxi Driver y Toro salvaje, nada menos, y realizador de Gigoló americano y Mishima, entre otras) y la francesa Claire Denis, autora de films como Bella tarea, Trouble Every Day y 35 rhums. Schrader viene como presidente del Jurado Oficial; Denis, para presentar una minirretro de su obra, que incluye varios films inéditos en Argentina.

Otros puntos altos serán las retrospectivas dedicadas al cineasta peruano Francisco Lombardi (realizador de la notable La boca del lobo), el ruso Aleksei German –enteramente desconocido por aquí y autor de una obra breve pero, según los que la conocen, simplemente genial–, el español Basilio Martín Patino (el de Nueve cartas a Berta), todas las películas argentinas guionadas por Augusto Roa Bastos y la obra casi completa del gran Daniel Tinayre (única excepción, dos films tan desconocidos como perdidos para siempre), además de versiones restauradas de superclásicos nacionales como Besos brujos, Los isleros y Si muero antes de despertar. Según anunció Martínez Suárez, el festival editará este año la friolera de once libros, lo cual puede llegar a ser record mundial en la materia. Uno de ellos recopila una muestra fotográfica dedicada a los sesenta años del festival que, curada por el investigador Fernando Martín Peña, se expondrá en el foyer del teatro Auditorium. En una de varias Charlas con Maestros, Osvaldo Bayer repasará su múltiple relación con el cine.

El total de más de 300 films (entre cortos, medios y largometrajes) incluye más de medio centenar de films locales, contando estrenos, retros, restauraciones y recuperaciones. La más celebrable de estas últimas es la de El acto en cuestión, obra maestra absoluta de Alejandro Agresti, al cumplirse los veinte años de su (nunca concretado) estreno. Las tres de Competencia Internacional son Jauja, de Lisandro Alonso; El Perro Molina, de José Celestino Campusano, y La vida de alguien, de Ezequiel Acuña. Parte de la Competencia Latinoamericana serán Favula, de Raúl Perrone, y La huella en la niebla, de Emiliano Grieco, mientras que la Competencia Argentina presenta doce largos. Entre ellos, El 5 de Talleres, de Adrián Biniez, que participó de la última edición del Festival de Venecia.

Habrá además, como todos los años, un Panorama Argentino, compuesto por una veintena de títulos, que incluyen lo último de Santiago Giralt y Martín Piroyansky. Películas destacadas de la Competencia Internacional son Cavalo Dinheiro, de Pedro Costa; La chambre bleue, de Matthieu Amalric; No todo es vigilia, de Hermes Paralluelo, y The Duke of Burgundy, de Peter Strickland. Por fuera de las competencias aparecen los grandes nombres de costumbre. El Pasolini de Abel Ferrara tendrá a su cargo la apertura, y en distintas secciones se destaca lo nuevo de Alejandro Jodorowski, Bruno Dumont, Frederick Wiseman, Johnnie To, Hal Hartley, Sono Sion, Hong Sang-soo, Xavier Dolan, Miike Takashi, Lav Díaz, Sergei Loznitsa e Im Kwon-taek. Además habrá secciones dedicadas al documental, films musicales, works in progress, competencias de cortos, films para niños, cine de género, un panorama latinoamericano y todo lo que doce salas junto al mar puedan albergar en ocho días.