La Asociación Civil caPAZ tiene como objetivos establecer lazos de solidaridad y, a la vez, consolidar relaciones culturales, académicas y artísticas entre Turquía y la Argentina, bajo la idea central de promover la paz y denunciar los crímenes de lesa humanidad. Para sostener estos principios organiza desde hace tres años el Festival de Cine Turco, que acerca la riqueza y la diversidad cultural de ese país ubicado entre Asia y Europa, dueño de una historia milenaria. Desde hoy y hasta el 30 de septiembre se realizará la tercera edición de esta muestra en el Espacio Incaa Gaumont, con una programación que incluye lo mejor de la producción del cine turco de los últimos años, un verdadero rosario –o, mejor dicho, “tespih”– de películas premiadas. “Tenemos en cuenta que sean películas internacionalmente reconocidas en grandes festivales y que también muestren la realidad de la cultura turca, con diferentes visiones, pero que no sean meras películas de taquilla”, explica el director del festival, Serdar Vardar, quien reside en la Argentina desde 2008. Vardar también aspira a que con esta iniciativa se consolide “un diálogo cultural y artístico que perdure en el tiempo”. El festival cuenta con el auspicio de las embajadas de Turquía y Alemania, el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina, el Goethe Institut de Buenos Aires y Espacios Incaa, entre otras instituciones.

Al momento de hablar sobre cómo percibe la recepción de este tipo de producciones en la Argentina, el director del festival señala: “El año pasado, en el cierre hubo mucho público que quedó afuera del Gaumont y me sorprendió muchísimo. Ahora, con esta tercera edición notamos que hay mucha gente entusiasmada que pregunta cómo puede comprar las entradas anticipadas o sobre nuestras actividades paralelas. Como todos sabemos, después que se emitió la telenovela Las mil y una noches en la televisión argentina, la cultura turca está muchísimo más presente en la prensa argentina”, reconoce Vardar. “Entonces, como ya en el segundo año contamos con mucho público que nos acompañó en todas las funciones, para éste estamos esperando mucho más”, se entusiasma el responsable de la muestra.

A juzgar por la calidad de la programación es posible que los deseos de Vardar puedan concretarse: uno de los films programados es Sueño de invierno (Winter Sleep), de Nuri Bilge Ceylan, que por esta película recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes del año pasado. Ceylan ya había conquistado el Grand Prix del Jurado por Lejano en Cannes 2003 y también fue considerado el Mejor Director de Cannes 2008 por Three Monkeys. En el film que se proyectará en el festival, el cineasta turco aborda la historia de Aydin, un actor jubilado que dirige un pequeño hotel en Anatolia central con la ayuda de su joven esposa y de su hermana. En invierno, cuando la nieve cubre todo, el hotel se transforma en algo así como el escenario de sus propios dolores. Mientras tanto, se propone escribir la historia del teatro turco, que lo conoce con detalle porque recorrió los escenarios participando en obras como Calígula, de Camus, y Antonio y Cleopatra, de Shakespeare, entre otras. El crítico de Página/12 Luciano Monteagudo analizó el largometraje cuando Sueño de invierno se proyectó en Cannes: “Si en los films anteriores Ceylan había demostrado un apabullante virtuosismo visual, ahora en Winter Sleep se revela como un consagrado dramaturgo, con algún momento en particular –sobre todo una prolongadísima, desgarradora escena entre marido y mujer (extraordinarios Haluk Bilginer y Melisa Sözen)– que trae a la memoria al mejor Bergman”.

Otra de las ficciones que viene con pergaminos es Sivas, de Kaan Müjdeci, ganadora del Premio Especial del Jurado en la Mostra de Venecia del año pasado. La historia tiene como epicentro la relación entre Aslan, un niño de once años, y Sivas, un perro de pelea abandonado. El vínculo se forma cuando el niño encuentra al animal herido en una zanja. Pero Sivas también le servirá a Aslan para recuperar un amor que parece estar en manos de un adversario. Ganadora del Astor de Oro en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2014, Vengan hacia mi voz, de Hüseyin Karabey, es otra de las películas destacadas del 3º Festival de Cine Turco. La ficción se sitúa en una aldea kurda del este de Turquía, donde sus habitantes se reúnen alrededor del Dengbej, el trovador, quien se propone contar la historia de la anciana Berfé y su pequeña nieta Jiyan. Las vidas de ambas se vieron sacudidas desde que Temo, hijo de Berfé y padre de Jiyan, fue encarcelado por la gendarmería junto a otros hombres del pueblo, tras el allanamiento ordenado por un oficial del ejército en busca de armas que las familias de la aldea supuestamente esconden en sus casas. Juntas más que nunca, abuela y nieta buscarán la manera de que Temo pueda regresar al hogar. En la Sección Oficial del 3º Festival de Cine Turco también se proyectarán Hasta quedar sin aliento, de Emine Emel Balci; Por qué no puedo ser Tarkovsky, de Murat Düzgünoglu; La canción de mi madre, de Erol Mintas, y El barrio Giaour, de Yusuf Kenan Beysülen.

Vardar señala que la producción cinematográfica turca de los últimos años “se está definiendo”. Y para llegar a esa conclusión hace un poco de historia: “La producción cinematográfica de Turquía fue muy rica entre 1960 y 1980. Después del golpe de Estado en el 80, empezó a decaer tanto en la cantidad como en la calidad de las películas. Hubo algunas películas buenas en los 90, pero fueron muy pocas. Y a partir de 2000, nuevamente aparecieron películas de calidad que fueron reconocidas internacionalmente. Recién ahora se está desarrollando un carácter propio. Y a partir de los últimos años podemos ver una película y, aunque no sepamos el origen de antemano, podremos decir: ‘Esta es turca’”.

Con el apoyo del Goethe Institut, también se ha programado la Sección de Cine Turco-Europeo, con películas que muestran las historias y perspectivas de los turcos que emigraron y que crecieron en otros países europeos. Para esta edición se eligieron tres largometrajes de inmigrantes turcos en Alemania, quienes crecieron entre ambas culturas. En el documental Remake, Remix, Rip-off, de Cem Kaya, se puede conocer cómo se conseguían versiones turcas del cine de Hollywood en las videotecas under de Alemania. En tanto, el drama Ummah-Entre amigos, de Cüneyt Kaya, aborda una ceremonia de oración musulmana en un departamento de Berlín, mientras que Fack Ju Göhte muestra un dialecto turco-alemán que impactó en la sociedad alemana.

Se ha previsto una serie de actividades paralelas como, por ejemplo, la Muestra de Giro Sufí: el giro derviche o sufí es una práctica devocional que se desarrolló en el siglo XII en Konya (Turquía). Se basa en el giro antihorario. Y busca la conexión con lo interior, lo mínimo, la esencia y, a la vez, con lo externo, lo máximo, el cosmos y Dios. También se realizará un concierto de Douglas Felis y la Orquesta Oriental. Felis es músico y compositor formado en El Cairo y Estambul e integra la Orquesta Folklórica de Egipto. La Orquesta Oriental interpreta música de Medio Oriente y Norte de Africa. Su repertorio incluye música clásica de Turquía Antigua y otras de raíces gitanas, con influencia de las tendencias afrolatinas. Otras actividades paralelas son las conferencias y, entre ellas, se destaca “Introducción al Cine turco”, que dictará Nadir Öperli.