Domingo, 1 de noviembre de 2015 | Hoy
CINE › LA 13ª EDICION DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE JUDIO EN LA ARGENTINA
Este año, el ya clásico encuentro ofrecerá su programación de 16 películas en una doble tanda. “Esta edición es la bisagra que nos instala como un evento que ya está reconocido e incorporado al panorama cultural de la ciudad”, dice su director, Luis Gutmann.
Por Oscar Ranzani
El pionero de las muestras cinematográficas de otras latitudes que cada año pueden verse en Buenos Aires es el Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina (Ficja) que va por la 13ª edición y esta vez con partida doble: del 5 al 11 de noviembre podrán verse en el Cinemark Palermo dieciséis films que hacen referencia a algún tema vinculado con la cultura, la historia o la actualidad judía; la misma programación se exhibirá del 12 al 18 de noviembre en el Cinemark Caballito. Los largometrajes provienen de países europeos como Francia, Holanda y Gran Bretaña, entre otros, y de Israel y Estados Unidos. “Esta edición se puede equiparar con el hecho de que a los trece años los jóvenes judíos festejan el Bar Mitzvah, la ceremonia a través de la cual se los considera si no ya adultos, por lo menos en condiciones de asumir sus responsabilidades. De modo que este es el festival bisagra que nos instala como un evento que ya está reconocido e incorporado al panorama cultural de la ciudad”, señala, a modo de analogía, el director y fundador del Ficja, Luis Gutmann.
Francia estará representada por dos películas. Una de ellos es 24 días, la verdad sobre el caso Halimi, ficción basada en un hecho real sucedido en 2006 en el país europeo: el secuestro de un joven judío. “Durante esos veinticuatro días que estuvo secuestrado, la policía lo tomó como un secuestro más y quedó demostrado luego que, en realidad, fue secuestrado por el hecho de ser judío, con la presunción de que cualquier familia judía tiene plata para pagar un rescate”, cuenta Gutmann. Y afirma que ese hecho se convirtió en “la piedra de toque de lo que luego pasaron a ser los atentados contra la comunidad judía que, en Francia, es la más populosa en la diáspora, fuera de Israel”. Gutmann asegura que a raíz de todas las situaciones que han venido sucediendo en Europa y, particularmente, en Francia, muchas familias comenzaron a emigrar. “De modo que es un thriller sobre lo que pasó con el secuestro y, por otro lado, una reflexión ideológica sobre el antisemitismo.”
El otro film es una comedia romántica, Por una mujer, escrita y dirigida por Diane Kurys, cuyo título alude al famoso perfume de Chanel que lleva inscripto el mensaje “Pour une femme”. La historia presenta a dos hermanas cuyos padres fallecieron y tienen la dolorosa misión de meterse con la intimidad de sus seres queridos que se han ido: lo que han dejado, como sus pertenencias y sus cartas. “Está estructurado a través de una doble narración: lo que una de ellas hace por averiguar más sobre la intimidad de sus padres y la parte tiene que ver con cómo fue el vínculo de esos padres: cómo se conocieron, cómo se casaron, cómo tuvieron hijos y los avatares en Francia durante la posguerra”, explica Gutmann.
Tres de los films que ofrecerá el Ficja tienen que ver con temas vinculados a cuestiones de seguridad y fuerzas armadas en Israel. “Belén es una ficción que ganó el premio de la Academia Israelí en 2013. Narra el vínculo entre un agente del Servicio Secreto Israelí y su informante palestino. Los guardianes es un documental para el que fueron entrevistados por primera vez seis ex directores de ese Servicio Secreto Israelí. Todo lo que ellos cuentan en la película ha sido secreto de Estado hasta que se manifestaron. Por lo tanto, el film toma un carácter muy revelador y, además, estuvo nominado al Oscar como Mejor Documental”, informa Gutmann. La tríada temática se completa con Habitación 514: “Es la investigación de una policía militar israelí sobre un oficial que aparentemente habría agredido sin mayores motivos a gente de la población israelí-árabe”, afirma el director de la muestra.
En representación de Holanda habrá dos largometrajes y ambas ficciones transcurren durante la Segunda Guerra Mundial. Sonny Boy –elegida para representar a Holanda en los Oscar 2012– aborda la historia de Waldemar, un joven de Surinam que viaja a Holanda para estudiar en la etapa anterior a la Segunda Guerra Mundial. Allí conoce a Rika, una mujer mucho mayor que él que deja a su marido por una infidelidad y debe sostener de la noche a la mañana a sus cuatro hijos. Waldemar y Rika y se enamoran. “Luego se desata el conflicto bélico y esta pareja interracial ayuda a esconder judíos, como ocurrió con la familia de Ana Frank en Amsterdam”, sostiene Gutmann. El otro film holandés es Süskind que aborda la vida de Walter Süskind, un judío alemán que rescató niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Su labor humanitaria recién fue conocida en 1990 gracias a una investigación del periodista David Arnold del Boston Globe.
Coproducción entre Hungría, Canadá y Gran Bretaña, el film Max, el origen del mal, está protagonizado por John Cusack. “Es un combatiente alemán de la Primera Guerra que antes de la Segunda Guerra se dedica a promover jóvenes artistas plásticos. Se le acerca uno que ha sido rechazado dos veces para ingresar a la Academia de Artes en Hamburgo y resulta que ese sujeto que quería ser un artista plástico termina siendo Hitler. Y lo que básicamente cuenta la película es ese origen: el vínculo que establece el joven Hitler todavía no encarado en la política que quiere ser un artista plástico y este judío, ex soldado del Kaiser, que intenta promover a artistas. Todo va a terminar como ya sabemos”, analiza Gutmann.
Como invitado llegará el venezolano Ricardo Adler, director del documental La llave perdida, coproducido entre Venezuela y EE.UU. “Se mete con algo muy íntimo dentro del mundo de los judíos religiosos que es el sexo entre las parejas o los matrimonios. Hay todo un prejuicio sobre cómo es el sexo dentro de los matrimonios religiosos que supuestamente sólo hacen el amor para tener hijos. Y la película derriba un montón de mitos a través de varias manifestaciones de un rabino que se dedica a ser consejero matrimonial”, dice el director del Ficja. “También hablan varios sexólogos y está expuesta la experiencia propia del director, producto de un matrimonio fallido. Cuando vuelve a casarse encuentra a través de este rabino lo que ellos denominan `los secretos guardados durante siglos respecto de la sexualidad de judíos religiosos’”.
Finalmente. se producirá el estreno mundial del mediometraje Detrás del silencio, del argentino Diego Grosman, sobre Silvio Katz, un hombre de 49 años que trabaja en un modesto colegio bonaerense, pero del que se desconoce una historia traumática. Silvio estuvo en Malvinas y sufrió además del maltrato de los represores hacia todos los combatientes, uno particular por ser judío. Katz se despoja del silencio que mantuvo durante varios años y recuerda el horror de las torturas de los oficiales a sus propios soldados. El film detalla que gracias a la actitud que tuvo Katz de animarse a contar su historia, otras víctimas también denunciaron las injusticias padecidas en las islas.
* Programación completa, días y horarios de proyección: www.ficja.com.ar
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