CINE › COMO SE ESPERABA, EL DESPERTAR DE LA FUERZA MARCó RECORDS EN TODO EL MUNDO
En sus primeros tres días, el film de J. J. Abrams totalizó 528 millones de dólares y superó varias marcas. En la Argentina fue vista por casi 400 mil personas. El temor a los spoilers hizo bajar el uso de las redes sociales y hasta desató noticias falsas.
Se esperaba una oleada de records, y los records llegaron. En su primer fin de semana, Star Wars - El despertar de la Fuerza recaudó 528 millones a nivel planetario, superando los 525 millones de Jurassic World y confirmando las presunciones que la señalan como firme candidata a desplazar a Avatar, con sus 2800 millones de dólares, del primer lugar histórico. En Estados Unidos, la película dirigida por J. J. Abrams totalizó un record de 248 millones (Jurassic World llegó a 208,8 millones), fijando además varias “nuevas marcas”: fue el lanzamiento más extendido de todos los tiempos, estrenándose en 4134 salas; la mayor recaudación en funciones tempranas, con 57 millones; el mejor día de apertura, con 120,5 millones; el film en alcanzar más rápido las marcas de 100 y 200 millones; la mejor apertura registrada en diciembre, aplastando los 84,6 millones obtenidos por El Hobbit: Un viaje inesperado en 2012; el mayor ingreso promedio por cine, con 57.568 dólares, y la máxima recaudación en salas Imax, con 30,1 millones de dólares.
En la Argentina, en tanto, la nueva Star Wars totalizó 385.625 entradas, con una recaudación de 34.181.554 pesos (las siguientes nueve películas del top ten combinadas sumaron 133.354, ver aparte); sus cifras quedaron lejos de los 1.025.000 tickets que facturó este año Rápidos y furiosos 7, pero el estreno de la película con Vin Diesel y el fallecido Paul Walker se produjo durante Semana Santa, con dos feriados que impulsaron las cifras. Y de cualquier manera, esa primera marca pronostica que quedarán bien atrás los números que obtuvo la anterior trilogía de precuelas, Episodio 1 - La amenaza fantasma (1999, 1.290.000 espectadores), Episodio 2 - Ataque de los clones (2002, 730.000) y Episodio 3 - La venganza de los Sith (2005, 940.000).
Teniendo en cuenta que este primer episodio de la nueva trilogía tuvo un costo de producción de 200 millones de dólares, el negocio ya está asegurado. Claro que Disney pagó la friolera de 4 mil millones por la empresa LucasFilm en 2012, y es por eso que este Episodio VII es el puntapié inicial de una serie de películas que incluirán spin offs a estrenarse entre las películas centrales de la saga: Rogue One, que cuenta la historia del grupo de rebeldes que roba los planos de la Estrella de la Muerte antes del Episodio IV, llegará en 2016; para 2018, tras el estreno del Episodio VIII, se espera una película centrada nada menos que en la juventud de Han Solo, un personaje que garantiza otro aluvión a las salas.
Pero los directivos del estudio del ratón se fijaron un objetivo necesario para sostener sus ambiciones de records insuperables y dinero a raudales, y no será tarea fácil. China es hoy el segundo mercado cinematográfico mundial, y todos los analistas de la industria coinciden en señalar que hacia 2017 ocupará el primer lugar. Esos 1300 millones de chinos son un bocado apetitoso para cualquier tanque de Hollywood, pero hay un pequeño problema: la saga galáctica que delira a tantos en todo el globo no les va ni les viene. De hecho, la primera trilogía, la que fijó el mito y el culto popular, ni siquiera se estrenó en cines: en 1977, a la Revolución Cultural le importaban más bien poco las andanzas de Luke Skywalker, Leia Organa y Han Solo. Antes del lanzamiento de la segunda trilogía, la piratería se encargó de poner el público chino en conocimiento del asunto, pero las tres precuelas pasaron por allí sin provocar mayor entusiasmo: La amenaza fantasma cosechó 5 millones de dólares; Ataque de los clones, 7,2 millones, y La venganza de los Sith, 11,7. En términos de marketing jedi, nada.
El próximo 9 de enero, El despertar de la Fuerza llegará a la República Popular, y Disney está trabajando duro para que esta vez las campañas se reflejen en las taquillas. No será fácil precisamente porque no cuentan allí con su arma principal, lo que garantizó la afiebrada preventa de decenas de países del mundo: la nostalgia, el vínculo afectivo con la historia original. Por eso, en octubre Disney y 20th. Century Fox realizaron acuerdos con la compañía Tencent –que puso en streaming las seis películas anteriores– y Mtime, la empresa que maneja el sitio web sobre cine más popular de China, donde también se expenden tickets y merchandising. Poco después hubo una acción de marketing que puso 500 stormtroopers sobre la Muralla China, y se contrató al cantante pop Lu Han (a quien se caracteriza a menudo como “el Justin Bieber chino”) para que oficie de “embajador oficial” de la película. A pesar de estrenarse tres semanas después de que en el resto del mundo, y con el riesgo que eso entraña con respecto a la piratería, Disney / Lucasfilm aspira a seguir generando una “ola china”, cuyo éxito lleve las cifras de recaudación a límites inalcanzables. La clave, como indica la contratación de Lu Han, es arrastrar al cine a las generaciones más jóvenes, que estén dispuestas a anotarse en todo lo que vendrá. Los dueños de cadenas de cines en China aseguraron este fin de semana que The Force Awakens bien puede sumar en su país entre 200 y 300 millones más a la taquilla general y en Disney se entusiasman.
Mientras tanto y de manera ine- vitable, la película genera toda una nueva mística y una buena oleada de hechos curiosos. Buena parte de ellos tiene que ver con el tema de los spoilers: la aparición de una app de Google Chrome que bloquea sitios donde se revela información sensible es sólo una muestra de ello. En Inglaterra, la empresa Imperva, que monitorea el tráfico web, registró una caída del 8,7 por ciento en el uso de redes sociales en las horas posteriores al estreno de El despertar de la Fuerza; en Francia la caída fue del 10,7 por ciento, en un notorio esfuerzo de algunos usuarios por evitar enterarse de piezas vitales de información. Ese mismo terror por el spoiler hizo que ayer varios sitios cayeran en la trampa y dieran por cierta una “noticia” atribuida a The Huffington Post, y que en realidad era de una página “trucha”. Es que el titular era demasiado atractivo: “Asesinan a un hombre por revelar spoilers de El despertar de la Fuerza”. El texto aseguraba que un tal Jonathon Hammel había salido de un cine en Massachusetts gritando que era un Señor Sith y revelando el final de la película, y que había sido molido a golpes por un hombre de 35 años llamado Augie Henning. En la era de la hiperinformación y el peligro de saber demasiado sobre los artefactos culturales del nuevo siglo, la anécdota resultaba creíble.
Lo que sí sucedió, y hubo un video subido a la web para certificarlo, fue un spoiler en vivo, un incidente técnico que terminó en revuelta: en una sala Arclight de California, en una función trasnoche, un proyector falló promediando la película y, cuando volvió a funcionar, saltó directamente al final. La furia del público en la sala hizo palidecer al Lado Oscuro.
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