Hay tres momentos inspirados en Delirios de fama, el proyecto cinematográfico del comediante Jack Black y su partenaire en la banda de rock (existente en la vida real) Tenacious D, Kyle Gass. El primero de ellos abre el film y tiene como protagonista a J. B. (el personaje interpretado por Black que, así es, lleva sus mismas iniciales) durante su temprana adolescencia. El católico entorno familiar del joven no quiere saber nada con las apetencias rockeras del retoño, lo cual da pie a una desopilante escena en plan comedia musical clásica, aunque con ritmo y vocalizaciones típicamente metaleros, que culmina con la aparición desde un poster de Ronnie James Dio, el mítico cantante de bandas como Rainbow, Elf y Black Sabbath.

El segundo de esos momentos ocurre más tarde, cuando J. B. ya conoció a K. G. (por supuesto, Kyle Gass) y juntos han dado origen a la desastrosa banda (en la ficción) Tenacious D. Esta dupla de clásicos losers la tiene difícil a la hora de crear la “mejor canción de la historia”, por lo que intentarán hacerse de un objeto místico que supla la falta de talento. La secuencia en cuestión, narrada por un casi irreconocible Ben Stiller (uno de los productores ejecutivos del film) cuenta mediante una sencilla pero eficaz animación la leyenda de la “Púa del Destino”, un diente proveniente de las fauces del mismísimo Diablo transformado por cierto mago en una púa para guitarra con poderes especiales: todo aquel que la posea se transforma automáticamente en un eximio instrumentista. Los seguidores del heavy metal clásico, habituados a cierto tipo de letras donde pululan hadas de enorme belleza y poderosos hechiceros, disfrutarán como ningún otro espectador del costado satírico de esa secuencia. No casualmente el film está estructurado como una leyenda medieval, donde J. B. y K. G. hacen las veces de caballeros en busca de ese grial inalcanzable con forma de triángulo.

El tercer momento inspirado cierra el film y pone en escena un duelo musical entre nuestros héroes y el Demonio que, como es sabido, es un amante del metal duro. Pero lo cierto es que el desenfado y la locura de la película funciona de manera demasiado intermitente, una estructura esquemática deudora del sketch televisivo, en el que la dupla ya había incursionado. El humor ramplón puede funcionar en un largometraje siempre y cuando esté sostenido por una seguidilla de muy buenos gags, lo cual definitivamente no ocurre en Delirios de fama. El mismo Jack Black, que aquí aparece como una versión elevada a la enésima potencia de su personaje en Escuela de rock, termina abrumando con sus excesos histriónicos. El resultado final se parece bastante a una estudiantina tardía (los protagonistas han pasado los treinta abriles hace rato) y pasada de faso. Por cierto, el hecho de que los muchachos se la pasen fumando marihuana durante buena parte de los noventa minutos de proyección termina por confirmar una sensación que se siente en el aire: los muchachos la pasan bien, eso es seguro, pero no convidan y dejan al espectador en otra sintonía.

5-DELIRIOS DE FAMA: TENACIOUS D

(Tenacious D in: The Pick of Destiny, Estados Unidos, 2006)

Dirección: Liam Lynch

Guión: Jack Black, Kyle Gass y Liam Lynch

Intérpretes: Jack Black, Kyle Gass, Jason Reed, Troy Gentile, Paul F. Tompkins, Ben Stiller, Tim Robbins.