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NEXT, EL VIDENTE
Next, EE.UU., 2007

Director: Lee Tamahori.
Guión: Gary Goldman, Jonathan Hensleight y Paul Bernbaum, sobre un cuento de Phillip K. Dick.
Intérpretes: Nicolas Cage, Julianne Moore, Jessica Biel, Thomas Kretschmann.

Que Cris Johnson, protagonista de Next, sea capaz de ver el futuro, aunque sólo sean los siguientes dos minutos, y utilice ese don para vivir como mago y apostador ocasional, es un inicio que podría ser interesante para una película de acción y ciencia ficción, si no fuera por una importante lista de objeciones. Que Cris Johnson sea capaz de ver el futuro, aunque sólo sean esos dos minutos, y use el don para sobrevivir en Las Vegas, podría ser un buen comienzo si no fuera porque pasada la primera media hora, la película se enreda en avances y rebobinadas en el tiempo, haciendo que las premisas que al comienzo se dan por constantes, se transformen en variables sin explicación, hasta resentir la lógica del relato.

Que Cris Johnson sea capaz de ver el futuro y use su don para seducir a la mujer de sus sueños es un inicio que podría ser interesante. Si no fuera porque los guionistas aseguran que la película se basa en “El hombre dorado”, de Philip K. Dick, cuando entre ambas historias hay un único punto de contacto: sus protagonistas pueden ver fragmentos del futuro. Decir que la película está basada en ese cuento es hacer un uso deshonesto del nombre del autor. Gary Goldman (principal guionista de Next) es reincidente. El mismo participó en la “adaptación” de otros dos cuentos de Dick, utilizados para El vengador del futuro y Sentencia previa.

Que Cris Johnson sea capaz de ver el futuro sería una idea interesante si no fuera porque, como una premonición o un déjà vu, ya se la vio a menudo. O porque esa buena media hora al comienzo de la película cuya mayor virtud parece ser la de no tomarse a sí misma muy en serio –la persecución del FBI para que Cris ayude a desmantelar un grupo terrorista que anda por Los Angeles con una bomba atómica, aparenta ser pruebas de ello– enseguida se diluye en pretensiones de thriller. Todos los peros acaban dando lástima, porque el director Lee Tamahori parece haber olvidado en su Nueva Zelanda natal la capacidad dramática y el talento que demostró en su primera película, la tremenda El amor y la furia. Cosas que suelen suceder cuando se abre la puerta grande de la industria y el negocio se impone al autor, aunque esté Paul Veerhoveen para desmentirlo. Así, Next, el vidente llega al final habiendo cumplido escuetamente. Y Nicolas Cage vuelve a demostrar que necesita cambiar de agente. Y de peluquero.