Jueves, 25 de octubre de 2007 | Hoy
CINE › “GALLIPOLI”, DOCUMENTAL TURCO DE TOLGA ORNEK
Por Luciano Monteagudo
En 1981, con su película Gallipoli, el director australiano Peter Weir puso en primer plano no sólo a un actor llamado Mel Gibson, sino también uno de los episodios más trágicos de la Primera Guerra Mundial, que había sido prolijamente olvidado por el establishment británico, a causa de la carnicería humana que significó. En febrero de 1915, el almirantazgo inglés –entre cuyos líderes estaba Winston Churchill– decidió conquistar a sangre y fuego la península turca de Gallipoli, para lo cual reclutó no sólo a sus propios soldados, sino que convirtió en carne de cañón a decenas de miles de jóvenes australianos y neocelandeses, ciudadanos de segunda categoría del Commonwealth británico. Este episodio reaparece ahora en un documental homónimo, Gallipoli, dirigido por el realizador turco Tolga Ornek.
Después de tres años de investigación, con fuentes y testimonios provenientes de ambos bandos (entre ellos el Imperial War Museum de Londres), Ornek elaboró un documental exhaustivo acerca de esa masacre que dejó más de 120.000 muertos en diez meses de combates cuerpo a cuerpo, frente a la indiferencia de la diplomacia aliada. Evitando caer en antagonismos entre vencedores y vencidos, la película de Ornek articula su relato a partir de las cartas personales que escribieron los soldados desde el frente de batalla. Allí, en esos textos breves, urgentes, muchas veces lacónicos, pero aún así plenos de sentimiento –que lee en off, sin afectación el reconocido actor Sam Neill–, se borran las diferencias entre ingleses, turcos o australianos. Todos deploran esa guerra salvaje, que los obliga a despedirse de sus familias para enfrentar una muerte casi segura, por el impacto de un obús, el filo de una bayoneta, la ráfaga de la metralla o simplemente la desnutrición y la disentería.
Es una pena que con un material tan valioso, Gallipoli esté pensado como un programa para la televisión antes que como un documental para el cine. Al margen de esa columna vertebral epistolar, que le da al film su carácter humanista (un poco como sucedía también en Cartas de Iwo Jima, de Clint Eastwood), el documental de Ornek no puede evitar el clásico narrador omnisciente en off, tarea a cargo de la voz de Jeremy Irons, que va informando acerca de los distintos desembarcos de tropas, de las estrategias militares y diplomáticas y de las horrorosas cifras de la “campaña de los Dardanelos” (como la llamaron los ingleses), en la que se llegaron a acumular pilas de tres metros de cadáveres superpuestos o donde murieron casi trescientos soldados en media hora en un campo de batalla no más grande que una cancha de tenis.
Algunas reconstrucciones ficcionales (en donde se repite por demás un mismo plano de una vieja ametralladora haciendo fuego) y el despliegue de mapas y flechas acentúan el carácter de audiovisual de Gallipoli, que dura innecesariamente casi dos horas cuando podía haber dado cuenta de lo central de su tema evitando reiteraciones innecesarias y datos excesivos.
6-GALLIPOLI
(Gelibolu) Turquía/Alemania, 2005.
Producción, guión y dirección: Tolga Ornek.
Fotografía: Volker Tittel.
Montaje: Maria Zimmerman.
Música: Demir Demirkan.
Estreno en el cine Cosmos únicamente, en versión DVD.
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