CINE › UN ADELANTO DEL DIRECTOR EN MARRUECOS
En el Festival de Cine de Marruecos, el director habló de su próximo film, que estará ambientado en el Boston de 1954: “Será un gran desafío”, dijo el autor de Los infiltrados.
› Por Belen Palanco *
desde Marruecos
El cineasta estadounidense Martin Scorsese anunció que Leonardo Di Caprio será el protagonista de su próxima película, “un thriller psicológico que se desarrolla en 1954”. “Sería la cuarta película en la que trabajáramos juntos”, tras Pandillas de Nueva York, El aviador y Los infiltrados, añadió el realizador, que se encuentra en Marruecos participando en la séptima edición del Festival Internacional de Cine. Scorsese también adelantó con cuentagotas, mientras reía constantemente, que va a contar con el director artístico italiano Dante Ferreti para este film, “cuya historia se desarrolla en Boston” –al igual que Los infiltrados– y donde Di Caprio “investiga la desaparición de una paciente que se escapa de un centro psiquiátrico. Este thriller es un buen reto para mí”, matizó el cineasta, “porque pienso en las películas de Roman Polanski”. La película está basada en la novela Shutter Island, de Dennis Lehane, autor de obras llevadas ya con éxito al cine, como Río Místico y Gone Baby Gone.
A su vez, el director de La última tentación de Cristo anunció que “puede ser que en un año haga una película sobre la transición de las viejas religiones hasta la época cristiana en Roma”. La película, según Scorsese, versaría sobre “los inmigrantes bajo el poder romano”, haría hincapié en el aspecto social, “especialmente los inmigrantes y las mujeres”, y “tendría como referencia la obra de Virgilio y del poeta Horacio”.
El director señaló que desea apoyar el Festival de Marruecos, y “en particular a los jóvenes realizadores del norte de Africa, de Marruecos, para ayudar a que hagan películas, porque creo que es importante para la historia del cine. Lo más importante es hacer posible que la gente joven tenga la oportunidad de expresarse de forma individual. De ahí mi interés en seguir en contacto con el festival, porque el norte de Africa está en contacto con Europa, con América”, recalcó. El realizador indicó que “la escuela es una gran oportunidad” y rememoró sus primeros estudios de cine en lo que “no era una escuela de cine sino unas clases de cine”, y las palabras de uno de sus profesores: “Tienes que probar lo que quieres hacer. Dos años después, estudié en la School of Arts, en la que estudié cinematografía, interpretación, micrófonos, mesas...”, bromeó el autor de Casino.
Scorsese, que realizó en 2005 un documental sobre el cantante estadounidense Bob Dylan, bajo el título No Direction Home, indicó que “la situación con Bob Dylan fue especial; mi amigo Jeff Rose me propuso el proyecto, pero yo nunca hablé con Dylan”. Ese documental, que narra el itinerario de Dylan desde sus comienzos en el rock’n’roll hasta su llegada al mundo del folk, apadrinado por el gran Woody Guthrie, “no puedo decir que fuera una experiencia muy agradable para mí”. “Aunque me gusta hacer documentales, porque me mantienen activo”, señaló el autor de títulos como The Last Waltz (1978), sobre The Band, o el pendiente de estreno Shine a Light”, sobre The Rolling Stones, y que prepara otro sobre la vida del ex componente de Los Beatles George Harrison, que falleció en 2001 a causa del cáncer en Los Angeles.
Con respecto a la música, aspecto tan ligado a sus películas, el director de Buenos muchachos dijo que “la música para mí es el pretexto, lo más importante es la película, aunque la música me inspira mucho”. Sobre Shine of Light indicó que “no es un documental riguroso, es un concierto de los Rolling Stones. “Puse toda mi energía en este film de dos horas, fue un gran juego”, explicó. La película trata “sobre los intérpretes, su relación entre ellos”, con “poca documentación sobre los Rolling Stones porque es el grupo con más documentales en el mundo”, recalcó.
Sobre su estilo, Scorsese dijo que la influencia del cine italiano se mantiene “todo el tiempo”. “Por ejemplo, Salvatore Giuliano en Taxi Driver, pero en color”, y añadió que su director, Francesco Rosi, es “uno de los más grandes: Rosi es extraordinario, es uno de los geniales, geniales cineastas”, dijo. Asimismo, Scorsese defendió como un “bonito proyecto” la Fundación de Cine Mundial (WCF, en inglés), que recuperó películas como Trances (1981), del cineasta marroquí Ahmed El Maanouni, que se exhibió el domingo en la plaza Jemaa el-Fna. Scorsese, que en persona se expresa con sus pobladas cejas y a través de sus gruesos lentes, habló de sus proyectos en un jardín exótico de Marruecos. Sus sonrisas constantes crearon el clima para un diálogo relajado, como el del sábado, cuando reconoció, durante una clase magistral en Marruecos, que para él “la vida y el cine son más o menos lo mismo”.
* Agencia EFE.
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