Artista visual formada en Buenos Aires y en Londres, donde concluyó su doctorado sobre teoría artística, Melina Berkenwald se especializó además en gestión cultural y en la organización de residencias artísticas, además de haber participado ella misma en experiencias de este tipo en Escocia, India, Holanda, Estados Unidos y Bolivia. En 2006, fue cofundadora de las residencias internacionales RIAA con sede en Buenos Aires y hace cuatro años comenzó otro proyecto, propio, llamado URRA.

–¿Qué plantea URRA como proyecto?

–URRA es un proyecto que organiza diferentes formatos de residencia, no es una residencia en sí misma, aunque la gente llame URRA a nuestras residencias, lo cual no me molesta. En el 2010 lanzamos la Residencia de Arte en Buenos Aires, que dura un mes y es para un grupo grande de artistas, y en 2012 lanzamos la Residencia MAYO, que dura dos semanas y es para un máximo de tres artistas. Ambas suceden una vez en el año. En agosto del 2013 lanzamos con URRA un primer intercambio internacional con Suiza, que es un nuevo proyecto con un nuevo planteo.

–¿En qué consiste ese nuevo proyecto?

–El proyecto comenzó en el segundo semestre del 2013 y es nuestro primer programa de intercambio internacional por medio del cual una artista argentina viajó a Basilea y a su vez una artista suiza viajó a Buenos Aires, para realizar una residencia de arte de tres meses respectivamente. Este programa surge de una alianza entre URRA y la organización iaab –International Exchange and Studio Program Basel– fundada por la Fundación Christoph Merian en 1986 y que tiene un espacio de residencias en Basilea y una red de intercambios con diferentes ciudades del mundo. El proyecto iaab tiene este esquema armado con varias ciudades, como Beijing, Johannesburgo, Fremantle, Helsinki, Montreal, Nueva Delhi, Nueva York, Rotterdam y Tokio, y buscaban agregar a Buenos Aires y ampliarse en Latinoamérica.

–¿Qué recibirá el artista que se seleccione?

–Viajará a Basilea los meses de agosto, septiembre y octubre, y el artista suizo vendrá a Buenos Aires de septiembre a noviembre. Cada proyecto será responsable de seleccionar al artista local, a quien se le otorga el pasaje y un dinero para gastos del mes, además de darle hospedaje, taller y una programación de actividades en la ciudad.

–¿Cuáles son los requisitos?

–Sabiendo la oportunidad que implica este intercambio en el caso de la primera edición decidí que viaje un artista local consolidado y con cierta experiencia en el exterior; un buen representante del arte contemporáneo argentino, comprometido con su carrera. Por otro lado, me parece importante que quien viaje conozca bien al proyecto URRA. Indirectamente también influyó saber con mucha anticipación el perfil de la artista suiza que vendría a Buenos Aires y que iaab selecciona con un año de anticipación. En el caso de la experiencia ya realizada, las dos artistas que participaron de ese primer intercambio son de la misma generación. Aunque en la nueva edición la selección será por concurso, en la versión pasada decidí invitar a Mónica Girón, porque cumplía con estos criterios y por su conexión previa con Suiza, que es el país de origen de su familia

–¿Quién vino de Basilea?

–iaab seleccionó a la artista suiza María Magdalena Z’Graggen, dedicada a la pintura. Nos pareció ideal integrarla a la cuarta edición de la Residencia de Arte en Buenos Aires del mes de octubre, que es el programa que venimos haciendo desde 2010 y vincularla con una programación de eventos y con un grupo de artistas grande.

–¿Cómo se resolvió el tema económico?

–La Cancillería argentina le otorgó a Mónica Girón un pasaje aéreo. Y luego la fundación suiza artEDU ayudó a financiar parte de los costos acá y allá.

–¿Qué deben tener en cuenta los postulantes?

–Es importante que la persona que viaje pueda desenvolverse en el contexto de la idiosincrasia suiza, que es más introspectiva y cerrada. O sea, poder trabajar desde la calma de una ciudad ordenada, en la que todo parece funcionar, pero a la vez adentrarse y sociabilizar. Para eso es imprescindible que hable el inglés en forma bastante fluida, y puede ayudar que haya tenido alguna experiencia internacional, ya sea de residencia o de viaje de trabajo.

–¿Cómo es la escena artística de Basilea?

–Mónica Girón nos contó que el mapa artístico en Basilea es muy variado. Hay una generación intermedia que es fuerte en performance y trabajos interdisciplinarios, y aunque no han entrado directamente al circuito de galerías comerciales interactúa muy bien en espacios paralelos e institucionales. Las generaciones más jóvenes se vuelcan a la instalación y la escultura, y como tendencia sí está entrando en las nuevas galerías comerciales, aunque ahora –al margen de Art Basel– la gran escena Suiza de galerías está más bien en Zurich. También nos contó que en Basilea se encargan numerosos trabajos sitespecific que a veces tienen como objeto el embellecimiento o el tratamiento estético del lugar.

–¿Hay alguna propuesta expositiva o alguna actividad programada para quien resulte seleccionado?

–El programa de iaab es muy libre y con pocas actividades formales. Lo que es probable es que al artista se le ofrezca la posibilidad de exponer un trabajo para un espacio de exhibición llamado Dock. De confirmarse, dentro de la residencia estará el desafío y la oportunidad de plantear una obra para ese sitio. Mónica Girón hizo una obra importante para ese lugar, que fue el eje de su producción en la residencia y que a su vez dio inicio a un proyecto que sigue desarrollando hoy día. En las bases pediremos un plan inicial de trabajo para los tres meses en Basilea, una hipótesis de trabajo.

–¿Hay también otros artistas en la residencia?

–Sí, iaab tiene varios talleres con artistas internacionales en residencia y también curadores internacionales. O sea que el artista puede interactuar con los otros artistas que estén en ese momento en Basilea, pero de modo muy espontáneo y de acuerdo con que se den o no sintonías y afinidades.

–¿Cómo será la selección del artista local que viajará este año a Basilea?

–La convocatoria será lanzada la próxima semana. Habrá un llamado a concurso, con un jurado. No hay límite de edad, pero esperamos que se presenten artistas que tengan cierto tiempo trabajando y cierta visibilidad en el medio. Como siempre, se buscará calidad de obra y seriedad en el trabajo, más allá del gusto personal del jurado. Y, por el contexto del intercambio, se va a convocar sólo a artistas visuales argentinos que residan en el país. Yo estoy viajando a Noruega por trabajo a fin de mes y voy a aprovechar para ir a Basilea especialmente para visitar el lugar y conversar con sus organizadores. El ganador del concurso será anunciado en mayo durante arteBA.

–¿Cuáles son los próximos pasos de la residencia local con artistas argentinos e invitados internacionales y del intercambio con Suiza?

–Por una parte espero que consigamos una sede para tener un espacio fijo propio. En mayo haremos la tercera edición de la Residencia versión corta de la residencia, que coincide algunos días con arteBA y en la que ya está confirmado un excelente artista de Brasil. En cuando al intercambio: en agosto enviaremos a Suiza al artista seleccionado y recibiremos a Mandla Reuter, ya seleccionado por iaab, que vendrá por tres meses y que en octubre se sumará a la quinta edición de la Residencia de Arte en Buenos Aires.

* Para más información http://www.urraurra.com.ar/index.html
http://www.iaab.ch/index-e.asp