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7-Estas cosas no...

Martín Rivero. Discos Crack

“¿Dónde estabas mientras yo me escondía del tiempo?”, pregunta Martín Rivero en “Asustado”, una de las canciones íntimas de su debut como solista. Este uruguayo fue parte de Astroboy, una banda que sintonizó desde el paisito con el espíritu del brit pop, pero no hay puntos de contacto entre ese pasado y este presente del cantautor: el disco rezuma olor a madera –tal vez por la mayoría de instrumentos acústicos–, tonos ocres y sensación de soledad, aunque no queda claro si es por elección o destino. R. C.

7-Bitácora

Javier Sánchez. Epsa

Javier Sánchez es un cuyano que en los últimos años ha abierto su carrera en España y que despliega el oficio de cantautor con un puñado de canciones en las que es posible rastrear influencias varias, de la trova rosarina a Jorge Drexler. En su segundo disco participan Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale y Fernando Barrientos, coterráneo de Sánchez y su compañero en el grupo Caín Caín, entre otros invitados. El disco ya tiene fecha de presentación porteña, el próximo 8 de abril en el ND/Ateneo. K. M.

7-Armonía Casera Mayor

Antonio Birabent. Sitios Laterales

Una década después, Birabent retoma el camino melódico de Anatomía y Azar, aquellos discos despojados de fin de siglo, en trece canciones de tono íntimo. Compuestas en su mayoría en Los Angeles, en tardes templadas y al cobijo de un patio, no podían tener otro aura que el de la belleza de las cosas simples. Acompañado por una microbanda versátil que no duda en cambiar de instrumentos, la posible monotonía desaparece para que brillen sus canciones “Viejo bandoneón”, “Río abajo” y “Respuestas”. L. P.

7-Las consecuencias

Enrique Bunbury. EMI

Los tiempos en que Enrique Bunbury jugaba a ser Jim Morrison –e inclusive se lo creía– parecen definitivamente idos. Sin “sus” Héroes del Silencio, el español bajó dos cambios y se entregó al que acaso sea el más oscuro e intimista de sus discos. Sin los manierismos que fueron su marca y su karma, Bunbury apela aquí a sus reservas anímicas para ofrecer un puñado de canciones melancólicas y –eso sí, como siempre– autorreferenciales. Se destacan dos de ellas: “Lo que más te gustó de mí” y “Nunca se convence del todo a nadie de nada”. F. D.