El equipo de Abel Alves llegó a Parque Patricios con el pecho inflado, después de la victoria contra River en el superclásico. Lo esperaba el modesto Chacarita, que tardó un tiempo en darse cuenta de que se podía. Y pudo: tanto, que metió cuatro goles. Boca terminó con la cola entre las piernas
Por Juan José Panno
FúTBOL › VENCIó POR LA MíNIMA DIFERENCIA A LOS TUCUMANOS