Ya lo había probado con el bolero y la música del Caribe y generó un éxito de proyección global, aquel Lágrimas negras que lo introdujo en la vidriera de las músicas del mundo, continuado luego con Dos lágrimas. Ahora, Diego El Cigala suma a su vereda la música ciudadana (de la Ciudad de Buenos Aires) y la viste en clave flamenca. Con el sello inalterable de su cante presenta Cigala & Tango, un CD más DVD en vivo con el registro del concierto que dio en el Gran Rex en abril pasado. Y si en aquel primer gran éxito introductorio sumó su universo gitano al del piano del genial Bebo Valdés, esta vez se juntó con maestros como el guitarrista Juanjo Domínguez y el bandoneonista Néstor Marconi, después de convocar para los primeros ensayos a Rubén Juárez, que no llegó a concretar este trabajo, justo cuando su salud comenzaba a retirarlo de los escenarios. La fórmula es la misma: acudir a los que saben del género para los arreglos y la instrumentación, descubrir lo que tienen en común estas músicas populares y explotar el encuentro a fuerza de una voz poderosamente expresiva. Aunque no es del todo justo hablar de “fórmula”: hay en este gitano algo que no parece domado ni domable, y puede arriesgarse que en esa condición de “auténtico” radica la gracia de su arte, y también la aceptación del público.

Hace rato que El Cigala juega de local en Buenos Aires, y quienes hayan asistido al Gran Rex en el que se grabó este material, o a algunos de sus conciertos anteriores, lo habrán comprobado en el olé, olé, olé, Diego, Diego con que los porteños han ungido a este gitano. También podrán comprobar en este trabajo cuán benefactor puede ser el retoque de estudio, al escuchar cómo suena ahora Andrés Calamaro en la milonga “Los hermanos”, de Atahualpa Yupanqui (“Obsesión”, ya grabada por esta dupla, y “Niebla del Riachuelo”, no se salvaron ni para el DVD). Los que sí quedaron fueron “Garganta con arena”, “En esta tarde gris” (elegida para grabar el video de difusión, en la tradicional confitería La Ideal, y con Marconi y una pareja de baile), “Nostalgias”, “Tomo y obligo”, “Sus ojos se cerraron”, “El día que me quieras”, “Libertango” fundido con “Youkali” –un tango habanera de Kurt Weill–, o la universal “Alfonsina y el mar”, que encuentra aquí una gran adaptación flamenca.

Con más sabor a flamenco, a tango o a Caribe, con más o menos instrumentos, con espacio para lucimientos personales de un talentoso grupo de músicos de diversas latitudes, Cigala & Tango cumple con el desafío que a priori puede hacer fruncir el ceño, el de hacer sonar flamenco y tango en un mismo palo, trágico y contundente. Lo acompañan el flamenquísimo Diego del Morao en guitarra, el catalán Jaime “Jumitus” Calabuch en piano, el cubano Yelsy Heredia en contrabajo, el primo de El Cigala Sabú Porrina en percusión. Y junto a ellos la guitarra de Domínguez, el bandoneón de Marconi, el violín de Pablo Agri, el violoncello de Diego Sánchez. Juntos hacen sonar tango, flamenco, ritmos del Caribe, bolero. Y también exhiben el camino ya transitado, como en la memorable versión de “Dos gardenias”, que El Cigala vuelve a mostrar en el DVD.