Aquella célebre frase de John Lennon podría ser retomada y subvertida para afirmar que “el pop es eso que suena mientras estás ocupado haciendo otras cosas”. Es como la salida del sol: no ocupa todo el día, pero puede alegrarlo entero: una experiencia mística y, a la vez, de lo más mundana. El pop habla de aquí y ahora, pero con intención eternizante y universal. “Una luz, el mar, un amor fugaz”; uno puede irse a Moldavia que, si sabe cómo enumerar esas cosas en rumano, será comprendido en su sensibilidad. Esos tres son los primeros elementos que introduce “Un amor fugaz”, una de las diez canciones de Choque, el reciente disco conjunto de Marcelo Moura, de 52 años y cantante de Virus, y Ale Sergi, de 41 y vocalista de Miranda!

Choque es un disco descaradamente pop, como cada disco de esos combos que, cada uno en su momento, generaron algún tipo de interrupción, más o menos profunda, en el curso de la música popular. La banda de los Moura fundó el pop argentino; fin de la argumentación. Y Miranda! lo refundó a comienzos de siglo con la incorporación de nuevos elementos propios de la generación de las tiras juveniles y de la comedia musical. Ambas hicieron una rebelión contra sus contemporáneos: una desacartonó un rock que venía tomándose tan en serio a sí mismo que estaba perdiendo utilidad como algo tan sencillo como música para que los jóvenes se divirtieran; y la otra renovó picardía y sensibilidad en tiempos de rock chabón. Su encuentro, este Choque, no es casual ni sorpresivo: es divertido, ligero y fértil.

Tampoco es accidental la liviandad con la que ocurren estas canciones. “Romántico”, apertura del álbum, hace las veces de manifiesto ya no tanto sobre el amor en términos de relación, sino sobre una política vital: la entrega no es pronta sino comprometida. El tema dice que ser un romántico real “es mucho más que flores y bombones, es mucho más que componer unas canciones”. Es el baño de humildad al que expone este cruce generacional franco: el reconocimiento entre experiencia y frescura, todo un vértice desde el cual acceder al pop. El estribillo de esta canción se emparienta con la agilidad de fraseo del Virus línea “Wadu-Wadu”, incluso cuando el tema es de Sergi. Uno y otro se reparten la composición o bien se juntan a cuatro o seis manos (Ana Naón se acredita en varias canciones) para pasear por el electropop (“Si vuelve aquí”), la balada de-sangelada redimida por Miranda! y la canción, en la impecable “Perdón”, junto a Vicentico. Cachorro López apuntala bajos movedizos y Julio Moura camea con guitarra.

Choque es un disco que conoce sus límites y es más cuidadoso que las obras de Marcelo Moura con Virus y de Ale Sergi con Miranda!, pero tiene su mérito conceptual en el hecho de que, recurrentemente, el narrador se pose en el papel de quien viene a ofrecer su corazón sin saber del todo qué lleva dentro de él. El pop también es ese corazón inconsciente de sí mismo; y es en ese descuido que desprotege su costado irreverente.