7-Songs of mass destruction

Annie Lennox. Sony BMG

Difícilmente un disco de la ex Eurhythmics pueda ser una decepción, pero también hay que tener en cuenta que la cantante corría con la desventaja de crear al sucesor de Bare, que en 2003 marcó sin dudas el punto más alto de su carrera solista. Es por eso que, a pesar de buenos pasajes como “Love is blind”, “Fingernail moon” o “Through the glass darkly”, estas canciones sobre la destrucción masiva perderán en la comparación. De cualquier modo, no es grave: siempre se puede disfrutar esa voz, una de las mejores de la escena pop. E. F.

8-Juan Falú – Willy González – Rodolfo Sánchez

MDR Records

Tres referentes de la música argentina, con distintos recorridos profesionales y un punto en común: el encuentro entre tradición y renovación en la creación musical. La guitarra, el bajo y el bombo de estos tres creadores dialogan sobre zambas, chacareras y vidalas, de autoría propia o en clásicos como “Noches de Catamarca”. En este diálogo hay lugar para la improvisación y el lucimiento individual, pero por delante está la música, que se ofrece con elegancia. K. M.

7-Atierrizaje

Bruno Airas. DBN

Bruno Arias sorprendió –para bien– cuando asomó en la escena folklórica como el Changuito volador que abordaba desprejuiciadamente el repertorio quebradeño, con nuevos aires musicales y poéticos. Aquel sello distintivo y original parece diluirse en el segundo disco del joven músico, ahora cruzado por cierta santiagueñidad, quizá subrayada por la presencia de invitados como Peteco Carabajal. Aun así, la música de Bruno Arias conserva cierto encanto contagioso que se potencia en el vivo. K. M.

10-Mahler. Sinfonía Nº 5

Leonard Bernstein. Deutsche Grammophon

No es una novedad. Y no necesita serlo. Dentro de la excelente colección Grand Prix, dedicada a los registros canónicos del sello que diseñó el canon de la música clásica durante seis décadas, la histórica –arbitraria, personal y, sí, genial– grabación de Bernstein de la Quinta de Mahler muestra su actualidad. Fruto de esos extraños momentos en estado de gracia, en que intérprete y obra dialogan y se potencian entre sí, esta versión, con su lentísimo –y conmovedor– Adagietto, regresa al catálogo discográfico con gloria. D. F.