Jueves, 11 de diciembre de 2008 | Hoy
TELEVISION › EL EFECTO DE LA CRISIS EN LAS CADENAS DE ESTADOS UNIDOS
La cadena NBC decidió que en junio, cuando Conan O’Brien asuma la conducción de The Tonight Show, Jay Leno tenga un talk show a las 22, horario clásico de la ficción. No se trata sólo de retener una figura, sino de abaratar costos.
Por Leonard Doyle *
La industria del entretenimiento estadounidense se sacudió ante la noticia que llegó de la cadena NBC: Jay Leno, que cerrará su reinado al frente de The Tonight Show dentro de seis meses, tendrá un nuevo talk show que se emitirá en el prime time de las 22. Durante quince años, Leno fue el conductor de Tonight, una de las franquicias más rendidoras de la TV norteamericana. Llegó para reemplazar a Johnny Carson en 1993, en medio de una gran ceremonia; hace casi cinco años, los fans fueron advertidos de que en 2009 sería reemplazado en el puesto por Conan O’Brien, que tiene su propio show después del de Leno. Y así será, comenzando el 1º de junio.
Pero la NBC anunció el lunes que Leno, de 58 años, después de todo no dejará la cadena. Por el contrario, se le dará un programa completamente nuevo, todos los días de semana antes de The Tonight Show, que comienza a las 23.30. No se trata de una simple cuestión de “llenar” el horario. Las cadenas suelen remezclar regularmente los programas para ver cómo maximizar el rating, cómo hacer que los televidentes no se harten. Pero darle toda una hora central a un show –en este caso, a una persona– cada día de semana es algo que no se ha visto en mucho tiempo. De hecho, se trata de una señal sobre una nueva estrategia de programación, que puede llegar a encantar a los viejos fans de Jay Leno pero quizá sea una decepción para los amantes de la ficción. Sin hablar de aquellos que contribuyen a su creación, incluyendo actores, agentes, escritores y diseñadores.
Hasta ahora, la hora 22 en NBC –así como la de sus principales competidores, ABC y CBS– estaba destinada a la ficción. Los programas concebidos para esta porción “adulta” del prime time incluyeron en años pasados títulos como ER Emergencias, Hill Street Blues, LA Law, La ley y el orden y sus derivados. Todos fueron creados por NBC y todos se convirtieron en leyendas exportadas a todo el mundo. Quizá la cadena ofreció ese valioso espacio a Leno porque, como todos, escuchó los rumores de que el animador estaba considerando ofertas de rivales como ABC y Fox. Pero la mayoría de los observadores ven el anuncio como algo que tiene que ver exclusivamente con el dinero... y cómo ahorrarlo.
La cadena, propiedad de General Electric, está sintiendo el efecto de la crisis económica mundial como cualquier otra compañía de medios. Mientras se cree que el nuevo contrato con Leno es al menos tan generoso como el que tiene actualmente, tenerlo al comando de la programación de cinco noches a la semana puede ahorrarle a NBC una considerable suma de dinero. En la región, cada hora de un nuevo drama cuesta aproximadamente 5 millones de dólares de producción. De hecho, Jeffrey Zucker, CEO de NBC Universal, dijo el lunes en una conferencia de prensa en Nueva York que su cadena está considerando la posibilidad de abandonar su compromiso de producir contenidos para los siete días de la semana. Hacer ficción se volvió demasiado caro.
También sucede que la ficción de las 22 no está rindiendo como solía. A la cabeza de todos los otros factores que erosionan los ratings de las grandes cadenas –que incluyen la competencia del cable e Internet–, los informes de mercado muestran que, a esa hora, una masa creciente de televidentes mira los programas grabados en sus decodificadores digitales. Una mirada a los números de ER sirve para contar la misma historia: el drama médico que alguna vez capturó la atención de 25 millones de personas, hoy suma 10 millones o menos. A los programas más recientes que ocuparon el horario de las 22 en NBC no les fue mejor, especialmente en la última temporada de otoño. La cadena tenía grandes expectativas depositadas en My Own Worst Enemy, la nueva serie protagonizada por Christian Slater, y en la segunda temporada de Lipstick Jungle, una poco atractiva secuela de Sex and the City. Las dos fracasaron y fueron canceladas, al igual que ER.
Mientras la NBC va revelando sus maniobras, no hubo una sola palabra del propio Leno. Tampoco dijo nada O’Brien, quien seguramente pensaba que en junio al fin dejaría de ser “el que viene después de Leno”, pero todo indica que lo seguirá siendo. Pero al menos elimina el potencialmente más peligroso panorama de tenerlo a Leno compitiendo directamente desde otra cadena. Es fácil asumir que Leno está de cualquier manera satisfecho: después de todo, su base de fans –como él– está encaneciendo cada vez más y el esfuerzo de esperar el comienzo de su programa se estaba volviendo intolerable. De hecho, presentar a Leno a las 22 –cuando la audiencia televisiva es generalmente un 50 por ciento más numerosa que a las 23.30– puede significar un cambio en los hábitos de irse a dormir del país.
Los responsables de manejar campañas políticas tampoco se mostrarán disgustados con el nuevo horario. The Tonight Show y su principal competidor en CBS, Late Show with David Letterman, se han convertido en los últimos años en una parada obligatoria para los candidatos, incluyendo a Barack Obama y John McCain. Entre los políticos que se presentaron en el programa de Jay Leno para proclamar sus candidaturas están Arnold Schwarzenegger y Fred Thompson, el actor y senador republicano que debió resignar su sueño presidencial ante el avance de McCain. Quizá le hubiera ido mejor si más gente hubiera estado levantada a esa hora.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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