TELEVISION › EMILIO DEL GUERCIO CONDUCE CóMO HICE, SOBRE CANCIONES HISTóRICAS
Desde “Presente” hasta “Balada para un loco”, desde “Muchacha ojos de papel” hasta “Merceditas”, el programa indaga en la historia de trece temas que quedaron “en el universo simbólico del cual se nutre el imaginario del pueblo”, según su creador.
› Por Cristian Vitale
Emilio Del Guercio, fundador de Almendra y Aquelarre, habrá luchado contra un sinfín de titanes, internos y externos, para dar con el fin: elegir trece canciones. “Me volví no loco, recontra loco”, sostiene él. Trece canciones de una eliminatoria que contemplaba 250, a su vez preseleccionadas de un paquete infinito: el acervo de la cancionística argentina de buena parte del siglo XX. Tarea ciclópea que el bajista-pintor, junto a un pequeño pero intenso grupo de productores, podrá ver en pantalla esta noche cuando se haga luz un viejo proyecto: mostrar la vida propia de las canciones que marcaron un hito. ¿Canal? Encuentro. ¿Hora? Las 22. ¿Duración? 30 minutos. ¿Canción debut? “Presente”, del viejo Vox Dei. “El programa no es de orden musicológico. Si bien están los datos de corte enciclopedista, nuestra pretensión es que haya una especie de mapeo para señalar de qué está constituida la emocionalidad del pueblo. Es decir, por qué algunas canciones atraviesan décadas para viajar solas, liberadas de la presión de la difusión rentada de las discográficas”, señala Del Guercio, ideólogo, conductor y director de Cómo hice.
El programa tiene asegurada una primera serie de trece episodios –uno por tema– y consiste en tomar una canción muy popular y desmenuzar su vida interna a través de detalles conocidos y no tanto. “Dentro del listado hay canciones de más excelencia musical que otras, pero no estamos hablando de las cien mejores canciones de la historia. Apuntamos a las que quedaron prendidas del corazón de la gente, algunas muy simples y otras muy complejas, porque ése es el universo simbólico del cual se nutre el imaginario del pueblo. Sostengo que, pese a que haya muy diferentes pensamientos a la hora de votar, hay una línea que nos une en algún punto de nuestra emocionalidad como argentinos... Eso se representa como pequeñas partículas del corazón de cada uno, y el uso que se le dio en la vida doméstica y trascendental: en el sexo, la seducción o la soledad de cada persona”, despliega Del Guercio sobre una de las razones que lo llevaron a optar por determinada canción y no por otra. “Sé que más de uno va a decir ‘por qué pusiste ésta y no aquella’. Lo tengo asumido”, se ríe.
Entre las elegidas, además de “Presente”, figuran “Zamba de mi esperanza”, “La balsa”, “Balada para un loco”, “Si se calla el cantor”, “Merceditas”, “Muchacha ojos de papel”, “Como la cigarra”, “Algo contigo”, “El día que me quieras”, “Sólo le pido a Dios”, “No soy de aquí ni soy de allá” y “Abrázame así”. “La canción más nueva del listado es ‘Sólo le pido a Dios’, que tiene como treinta años, ¿no? Eso está buscado ex profeso, porque creemos que la canción tiene que tener una decantación para saber si realmente prendió en el espíritu de la gente. Respeto muchísimo el sentimiento del pueblo respecto de las cosas que quiere”, explica Del Guercio, sobre otro de los motores base de su idea: el tiempo de maduración de cada pieza. Señalado como el primer archivo audiovisual de la canción popular argentina, Cómo hice tira el ancla en los aspectos fundamentales de la creación de cada tema a través de reflexiones y charlas entre el creador del clásico de Almendra “Que el viento borró tus manos” y autores, artistas y gente de la cultura en general. “Se parte de cómo fue hecha cada canción, es decir, cómo surgió, cuando se grabó, cómo evolucionó desde que eran tres o cuatro notas, y se llega hasta el momento en que fue amada por la gente, tomada como bien de uso espiritual y convertida en cultura. De un baño o una cama al imaginario”, remarca Del Guercio que, inesperadamente, debuta como conductor de TV. “Es un rol al que no estoy acostumbrado, pero sirve como vehículo para mostrar una historia que es la de todo compositor... Una especie de pequeño homenaje al mundo desde el cual proviene esa canción.”
El listado de temas, visto está, no opera con barreras de estilo, sólo prima un criterio de popularidad atemporal. “Nos interesan las canciones que han perdurado a través de décadas, las que poseen algo de ese material genético que nos identifica como argentinos –explica–. No queremos que el programa sea una cosa de ghetto, que hablen sólo el músico, el amigo y el que lo grabó, porque las canciones son de la gente, pertenecen al tejido cultural del pueblo. Y es tan posible y lógico que hable un dibujante como un actor o un músico.” Así, en “Presente” testimonian no solamente los tres Vox Dei originales (Ricardo Soulé, Willy Quiroga y Rubén Basoalto), sino también el periodista Claudio Kleiman, Boy Olmi y Raúl Porchetto. Y en “Balada para un loco”, Horacio Ferrer, Amelita Baltar, Daniel Piazzolla, Pablo Ziegler y Oscar López Ruiz, entre otros. “Las canciones son uno de los elementos del arte que representan más claramente la metáfora de la espiritualidad de la raza humana, porque son lo que nos recuerdan que somos seres espirituales que no sólo estamos acá para trabajar y hacer guita, sino para generar un mundo más armonioso, amoroso y digno de vivir. Por eso, las canciones no son únicamente de los músicos, sino de la cultura. He conversado con Sábat, Caloi o Mempo Giardinelli, por ejemplo”, sostiene Del Guercio. Otro de los entrevistados fue Spinetta. Al Flaco le tocó hablar de una de las piezas que menos quiere. “Desde luego habló... Y es cierto, él tiene esa teoría reactiva de que ‘Muchacha’ no es tan linda como la gente cree, pero me parece que es un juego que hace”, intuye su ex compañero.
–A propósito, ¿qué expectativas tiene sobre el retorno de Almendra en el festival de Las Bandas Eternas, del 4 de diciembre?
–Muy lindas. Conocí a Luis a los 13 años, así que es una experiencia muy fuerte para nosotros. Es inevitable que nos veamos en la perspectiva y que, por otra parte, sepamos que algo de eso sigue siendo lo mismo en nuestro vínculo musical y personal. Sé que el Luis que conocí cuando era chico está dentro de ese artista consagrado. Era mi compañero de banco y juntos cantábamos y hacíamos música con la boca, porque ni siquiera teníamos instrumentos. Eso que viví con él, él lo sabe y yo también. Es como esos amores que marcan en la vida.
–¿Ya eligieron el repertorio?
–No. Intuyo qué canciones pueden estar, pero no... Es otra elección complicada, que también me está volviendo loco.
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