La comedia musical Glee, la miniserie histórica The Pacific y el drama Mad Men son los tres programas de la TV estadounidense que esta noche se disputarán el privilegio de erigirse como el ciclo más celebrado en la 62ª ceremonia de los premios Emmy. La edulcorada Glee (Fox), que cuenta la historia de un grupo de estudiantes alrededor del coro del college, cosechó 19 candidaturas, entre ellas a Mejor Comedia, categoría en la que compite con las debutantes Modern Family y Nurse Jackie y las clásicas Curb your Enthusiasm, The Office y 30 Rock. En el rubro Miniserie, la producción de Tom Hanks y Steven Spielberg The Pacific (HBO) se alzó con 24 nominaciones, la mayoría en rubros técnicos. El drama Mad Men (HBO) vuelve a su posición de favorita en el género –ganó en las últimas dos ediciones– con 17 candidaturas. Como Mejor Drama, la serie sobre el boom del mundo publicitario en la Nueva York de los ’60 competirá con Dexter, Breaking Bad, True Blood, la novata The Good Wife y Lost, cuya temporada final parece haber virado el viento a su favor. La serie de J.J. Abrahms recibió doce nominaciones, como drama, actor principal (Matthew Fox), de reparto (Michael Emerson y Terry O’Quinn) y actriz invitada (Elizabeth Mitchell), entre otras. La ceremonia de premiación se verá en vivo para toda la región desde las 21, por Sony y AXN, en simultáneo, aunque una hora antes comenzará la previa desde la alfombra roja (E! hará su clásica cobertura desde las 18).

En una estrategia que busca incrementar la audiencia y nominar a la mayor cantidad de series posibles para arrastrar a toda clase de público, incluso a nivel internacional, la novedad de esta 62ª edición de los Emmy, que este año estará conducida por el escritor y humorista Jimmy Fallon (ex Saturday Night Live), es que los rubros principales pasarán de estar compuestos por cinco nominados a seis. Antes de analizar las principales categorías, es necesario señalar algunas particularidades sobre el listado de nominados que a los ojos argentinos suenan a arbitrariedades o injusticias difíciles de comprender. Así como el agridulce adiós a Lost conmovió la sensibilidad de los miembros de la Academia de Artes y Ciencias de Televisión de Estados Unidos, diferente fue la suerte que corrió el final de otra serie revolucionaria para la pantalla chica, como 24. Es que la ficción de acción protagonizada por Kiefer Sutherland (cuestiones políticas del guión al margen, su interpretación de Jack Bauer será inolvidable para los millones de fanáticos de todo el mundo) debió conformarse con cinco candidaturas en rubros menores.

Pero ésas no fueron las únicas decisiones que causan asombro. Sin ir más lejos, que una sitcom de la calidad y vigencia de Two and a Half Men apenas contemple dos candidaturas secundarias, dejando afuera a un histórico nominado como Charlie Sheen, parece ser la respuesta pacata de los jurados a los problemas policiales que el genial actor tuvo a comienzos de año. No hay duda de que en los Emmy, como en otros premios, el aspecto personal y el profesional se entreveran equívocamente. Pero también hay otras rarezas en el listado de candidatos que se presentan inexplicables, como que Fringe, la última criatura de J.J. Abrahms, siga siendo pasada por alto en los aspectos artísticos y sólo haya sido contemplada para competir en una categoría menor como Mejor Editor de Sonido para serie (la primera temporada también compitió únicamente en un rubro técnico, aquella vez por sus efectos especiales).

Además de saber cuáles serán las series ganadoras en sus categorías, los rubros actorales también son centro de atracción por el nivel de la competencia. En drama, por ejemplo, entre los hombres el Emmy se disputa entre Jon Hamm (Mad Men), Kyle Chandler (Friday Night Lights), Bryan Cranston (Breaking Bad), Hugh Laurie (Dr. House), Michael C. Hall (Dexter) y Matthew Fox (Lost), en una “terna” en la que cualquiera de ellos hizo méritos suficientes para obtener el reconocimiento. Entre las damas, Glenn Close (Damages), Kyra Sedgwick (The Closer), Julianna Margulies (The Good Wife) y Mariska Hargitay (La ley y el orden. Unidad de víctimas especiales) repiten candidaturas en drama, a las que se suman Connie Britton (Friday Night Lights) y January Jones (Mad Men).

En una temporada en la que la comedia volvió a levantar cabeza con varios nuevos ciclos, los rubros actorales en el género muestran una renovación que puede culminar con premiados noveles. En la categoría femenina, Lea Michele (Glee), Julia Louis-Dreyfus (United States of Tara), Edie Falco (Nurse Jackie) y Amy Poehler (Parks and Recreation) tienen muchas chances de imponerse a Tina Fey (30 Rock) y Toni Collette (United States of Tara), las últimas ganadoras de la categoría. Por el lado masculino, se disputan el título de mejor comediante del año Jim Parsons (The Big Bang Theory), Larry David (Curb your Enthusiasm), Matthew Morrison (Glee), Tony Shalhoub (Monk), Steve Carell (The Office) y Alec Baldwin (30 Rock).

En otras categorías, American Idol, Dancing with the Stars, The Amazing Race, Project Runaway y Top Chef compiten por mejor reality show, un género que aunque consigue las más altas tasas de audiencia en el prime time de Estados Unidos, está perdiendo interés en las premiaciones dada la repetición de los ternados. Por su parte, como programas infantiles los candidatos para este año son Jonas, Hannah Montana, iCarly, Los magos de Waverly Place y Los magos de Waverly Place. La película.