La tinellización de la TV argentina dio el lunes una muestra más de que su irrefrenable lógica mercantilista no conoce límite alguno. Esta vez, sin embargo, la coreografía de “stripdance” que en la emisión del lunes de Showmatch culminó con el bailarín Nicolás Scillama besando los pechos desnudos de Silvina Escudero no pasó inadvertida para la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). En un comunicado, el organismo que reemplaza al Comfer señaló que estudia sancionar a ShowMatch, ya que el baile de alto contenido erótico habría sobrepasado los límites fijados por la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Estamos estudiando las imágenes de la coreografía protagonizada por Escudero y su pareja en Bailando por un sueño porque creemos que, si bien se emitió fuera del horario de protección al menor, dicho contenido no concuerda con lo que debe verse en un medio masivo como la televisión abierta y en un programa con tanta popularidad”, le explicó a Página/12 Claudio De Cousandier, director de Fiscalización y Evaluación de la Afsca. La producción del programa justificó la emisión señalando que fue la bailarina la que cambió la coreografía sin previo aviso.

El dudoso gusto que exhibe ShowMatch, el programa más visto de la TV argentina, vuelve a ser noticia. Ya no por la liviandad con la que su staff de “profesionales del escándalo” trata temas tan delicados como el HIV o la violencia de género. En esta ocasión, el programa que con guantes blancos conduce Marcelo Tinelli volvió a echar mano a un clásico de su factoría: las escenas procaces, con desnudos incluidos, encubiertas en “coreografías artísticas”. Como en 2007, cuando luego de un baile del caño hot en el que Nazarena Vélez quedó en topless y el por entonces Comfer sancionó a ShowMatch con 250 mil pesos, otra vez una coreografía volvió “condicionada” la pantalla abierta. Propio de una lógica que ya lleva más de dos décadas, ShowMatch repite la historia con la impunidad del poderoso. Billetera mata sanción, parece.

La coreografía a la que la Afsca le puso el ojo fue la que en la noche del lunes protagonizaron Escudero y su partenaire. Con el tema “Crazy”, de Aerosmith, los bailarines le dieron rienda suelta a un cuadro en el que interpretaban a un empleado de limpieza y una ejecutiva que se dejaban llevar por la pasión mientras se arrancaban la ropa. El problema es que hubo muy poco de baile y mucho de juegos sexuales, que incluyó la simulación de sexo oral en varias oportunidades. La culminación vino al final, cuando la bailarina quedó boca arriba sobre un escritorio y su pareja les besó acaloradamente sus pechos desnudos.

Ayer, la Afsca emitió un comunicado en el que informó que esa escena estaba siendo evaluada por el equipo de sociólogos, comunicadores, psicólogos y publicitarios que integran el comité de fiscalización y evaluación. “La nueva ley prevé que a partir de las 22 se pueden emitir contenidos aptos para mayores, pero eso no significa que los canales tienen vía libre para emitir cualquier cosa. Presuntamente se habría violado ese artículo, el 68, que se refiere a los contenidos”, expresó De Cousandier. Además, el organismo advirtió que se mantenía muy atento “a la fiscalización de las reiteraciones que diversos programas del género espectáculos suelen producir, pero esta vez con el agravante de realizarse dentro del horario apto para todo público y con efectos de edición que apuntan a enfatizar los detalles más impactantes”. Luego de esta observación, aunque trataron el tema en profundidad, ninguno de los programas de chimentos emitió ayer la coreografía cuestionada.

La nueva legislación, en su artículo 107, establece como causal de posibles sanciones “las representaciones explícitas de actos sexuales que no sean con fines educativos. La desnudez y el lenguaje adulto fuera de contexto”. En el caso de que ShowMatch fuera sancionado, funciona como atenuante el horario de emisión del programa, posterior a las 22, fuera del horario calificado como “apto para todo público”. “La ley audiovisual vigente establece un régimen de sanciones mucho más gravosas que la anterior, no con el ánimo de recaudar, sino con la finalidad de que quienes cometan una falta no vuelvan a hacerlo. Antes, una falta de este tipo tenía una sanción que iba de mil a 3 mil pesos”, explicó De Cousandier.

En el nuevo marco legal, a una falta leve de este tipo le cabría una multa en la que se le retendría del 1 al 10 por ciento de la facturación que tenga de publicidad El Trece. La multa, siempre, es para el propietario de la licencia, no para la productora. A partir de que se emita el informe, que se calcula estará listo para la semana entrante, los dueños de El Trece tienen 10 días hábiles para leerlo y luego cinco para ejercer su defensa. El trámite administrativo, de todos modos, finalizará no antes de diciembre.

Consultados por Página/12, fuentes de Ideas del Sur, la productora de ShowMatch, señalaron que la coreografía en cuestión “sorprendió a todos”. Según explicaron, todas las coreografías que van al aire son “revisadas” por Hugo Avila y Lolo Rossi, los dos directores contratados por la productora, para que den su visto bueno. “Ninguno de los dos había visto ese final: la coreografía terminaba de otra forma”, dijeron. En la misma sintonía, la misma Escudero en Este es el show, el programa sucursal de ShowMatch producido por la misma productora, admitió que el que salió al aire no era “el final pautado” y que lo habían cambiado a “último momento”, como una manera de llamar la atención y superar la coreografía que había hecho su hermana (!).

Lo que llama la atención de la “versión oficial” es que, si bien el cuadro tuvo el rechazo de parte del jurado (Moria Casán lo tildó de “película triple X de baja calidad, vulgar, innecesario”), en ningún momento el alto contenido erótico del baile fue criticado por Tinelli en cámaras. Por el contrario, el creador, productor y conductor de ShowMatch se mostró entusiasmado, al punto de romper parte de la escenografía y expresar que él a ese stripdance “le pondría 1000 puntos, estuvo buenísimo”. Todo vale por un punto de rating.