Jue 11.05.2006
espectaculos

TELEVISION › NORA DOFMAN Y VIOLETA DURAND PROPONEN “EL ANTILOOK”

“La gente de traje da miedo”

Son las únicas exponentes locales del género “cambio de look”, pero lo hacen todo al revés, como reacción al original. “El flaco con chupines tiene actitud”, dicen las chicas de MTV.

› Por Julián Gorodischer

Nora Dofman, de voluminosa melena rojiza, estuvo condenada a “la planchita”. Fue en su vida anterior, sometida a los dictados del programa de cambio de look: para salir a pasear se “domaba la peluca”. Después imaginó su pequeña revolución criolla: el antilook que defiende junto a su coequiper Violeta Durand, en Motorhome (los miércoles a las 23, por MTV), es una forma de ejercer la “crítica a la televisión”. ¿De qué modo? “En los programas de cambio de look siempre el participante queda peor de lo que era. Están tan emocionados porque se note el cambio de look que no se trabaja el cambio de actitud.” Rebeladas a los dictados de No te lo pongas (People & Arts), Queer eye for the straight guy (Sony) y hasta el quirúrgico Extreme make over, las chicas de Motorhome, junto al peluquero Oscar Roho y el vestuarista Robert, imaginaron una escena del “antes y después” ejerciendo una filosofía del vestuario. Autoparódica, levemente sarcástica, la Dofman recibe a la rellenita y el esquelético con ligero desdén, promueve ante todo un cambio de actitud e importa a la Argentina el único exponente de transformación sin operaciones que hay en la TV.

Si en No te lo pongas la excursión al shopping es una búsqueda desesperada del artículo de lujo y en Queer eye... la conversión es siempre un refinamiento de hábitos e imagen, la propuesta de Motorhome invierte los términos de la ecuación: aquí rinde el artículo de feria americana, el usado, lo rotoso; interesa el punto de fuga del modelo de belleza tradicional.

Violeta Durand: –En los programas de cambio de look siempre el transformado queda más grande de lo que era: una de 32 termina pareciendo de 48 años. Es una mala elección de outfit; no se entiende cómo los estilistas dejan de ese modo a la gente; ese afán de destacar lo que hacen provoca que te tiren todo el maquillaje en la cara, te hagan el peinado más estrambótico que se les ocurre y te pongan como un arbolito de Navidad lleno de adornos.

–¿Cómo es la reacción?

N. D.: –Los adolescentes no se dan cuenta de que lo que importa es el cambio interno. El (señala a Agustín, de 17, que pide asesoría para conquistar a una compañera de colegio secundario) no pide nada, pobre, es tan bueno.... Le gusta mucho una chica que es fanática de los Babasónicos. Hacemos un coach relacionado con cómo conquistar: es prestarle atención a la otra persona....

Agustín (interrumpe): –Mi problema es la timidez, no me animo a encarar. Pero ya me estoy sintiendo más seguro hablando. Intenté varias veces conquistar a Mariana y no pude; la fui a buscar al colegio, pero nada...

Nora y Violeta reciben a sus huéspedes en un camioncito decorado como camarín y, hasta el momento, ya le sacaron las camisas anchas a Homero Pettinato (hijo de Roberto), aconsejaron el uso de chupines al delgado, le impugnaron la pollera apretada a la gordita.... El cambio estético se define en esta escena como una “filosofía –sigue Nora Dofman– que indica que el estilismo le ganará la partida al vestuarismo: es manejo de imagen integral. Agustín es muy flaco, pero yo no lo mando al gimnasio. El problema de la gente que es muy flaca es ponerse ropas grandes: nunca se termina de saber qué hay debajo de la ropa...”. En el primer capítulo de Motorhome, las dos aconsejaron a la “rellenita” que no se ajustara el pantalón a la cintura para que no se le saliera el rollo... Hasta allí la asesoría podría no diferir de una de No te lo pongas, a cargo de dos inglesas malditas interesadas en enderezar a través del consumo compulsivo. Pero, en Motorhome, le siguió la promoción enfática de una “estética collagera”. La premisa es: la mezcla, dosificada, no arruina el conjunto.

En el comienzo, Nora Dofman reposaba cómodamente en una playa de Miami, donde vivió hasta el año pasado, y se preguntó “cómo no había cambios de look televisados en un país tan preocupado por su estética (la Argentina)”. Su compañera Violeta Durand vivía, en paralelo, un proceso similar de iluminación: era modelo y tenía fantasías de pasar al otro lado. “Mi marca personal –dice– es trashear, ensuciar..., salir de la estética plástica.” Antes de Motorhome, imaginaron de a dos una fotonovela llamada Cassandra, en la revista D’Mode, protagonizada por Emilia Attias, pero en actitud poco habitual. Como en una doble vida, Attias abandonaba el porte rígido de vedette, la impronta estilizada de desfile, y se sometía al consejo de Dofman/Durand: personalidad es impacto. La clave era no apelar al desnudo; lograrlo por contraste con apariciones frecuentes de la aspirante a diva. En una producción de fotos particular, se pudo ver a la modelo “abrazada a una Barbie –detalla Durand– o en un baño, tocándose, con una remera de Los Redondos y el brazalete Say no more de Charly García. Eso, de por sí, ya era puro collage... Más que collagera, soy un cocoliche...”.

N. D.: –Hay que tener buen gusto para hacer collage: podés ponerte un pantalón rayado con una camisa a cuadros. La esencia del collage es la mezcla agradable a la vista. Si estás monocromático está todo bien, pero si estás todo de rojo, te volviste loco.

V. D.: –Yo soy muy de pañuelo boliviano, lunares, rayas..., me disfrazo. En realidad no me disfrazo, juego.

–¿Cuánto hay de revancha personal en la propuesta de Motorhome?

N. D.: –Es una reacción por cómo me trataron por mi pelo. Me lo planché durante toda la vida hasta que me fui a Miami, hacía calor, había mar, y me hice cargo de la peluca. Allá era natural, nadie me miraba, no les importaba.... Acá te tiran mala onda, son agresivos. Me da mucho más miedo el que va en traje y corbata, porque no sé qué hay detrás. Estoy segura de que en un programa de cambio de look me aplicarían la planchita o me atarían el pelo. En mi programa entrás como creés que sos, pero salís como sos realmente.

–En ese plan, ¿por qué subrayar el defecto físico?

V. D.: –Para el flaco está buenísimo ponerse chupines: hay que exagerar lo real, mostrar exactamente lo que sos. Soy flaco, soy esto, tengo esta seguridad.

N. D.: –La Argentina tiene una estética muy jodida: todo el mundo tiene que tener el cuerpo de Madonna, y así están todos las modelos, todo el mundo, reventados. Hay que trabajar una personalidad; la gente te busca por algo nuevo que ve en vos. Podés ser una gordita feliz y usar cosas apretadas. Homero Pettinato (que pidió asesoría al Motorhome) dejó de ser gordito, antes pesaba unos kilos importantes, pero igualmente seguía teniendo actitudes de gordito, se vestía con ropa gigantesca. Cuando le pusimos ropa ajustada, lo empezamos a ver estilizado. El flaco, con chupín, ¡tiene actitud!

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux