Lejos de los absurdos y las farsas de los Martín Fierro, los premios Tato volvieron a demostrar que más temprano que tarde se convertirán en los galardones más representativos de la TV argentina. No sólo porque el jurado que vota en los premios organizados por la Cámara Argentina de Productores Independientes de la Televisión (Capit) está conformado por más de mil trabajadores del medio (entre actores, autores, directores, productores, ejecutivos, periodistas), lo que le imprime a la distinción un carácter tan amplio como incuestionable en materia cualitativa y cuantitativa. Su fortaleza reside, justamente, en que aún cuando se trata de los premios de la propia industria televisiva para premiarse a sí misma, a la hora de elegir a los ganadores, ese variado y amplio jurado es la mejor garantía para que no haya ningún tipo de “permeabilidad” ni condicionamiento. La mejor prueba de ello es que en su tercera edición, transmitida por El Trece en directo, Telefe arrasó en cantidad de premios obtenidos. Algo que en cualquier otra parte del mundo no debería ser nada raro, aunque sí para una industria que históricamente se celebró al calor de los polémicos Martín Fierro.

La impecable transmisión en directo de El Trece, con la conducción de Mariana Fabbiani, no fue obstáculo para que Telefe se convirtiera en el canal más premiado, con un total de 24 estatuillas. La gran noche del canal líder en audiencia de la TV argentina no sólo tuvo su razón de ser en la cantidad de reconocimientos, sino en la diferencia que le sacó al resto de los canales al final de la velada. La segunda pantalla más vista fue la de Canal 7, que obtuvo apenas cinco estatuillas, mientras que El Trece cosechó sólo tres (era el canal que encabezaba las preferencias, con 57 nominaciones), Canal 9 una y América se quedó con las manos vacías. Un desigual reparto de premios que corrobora que –aun cuando los rubros fueron variados y amplios, con categorías que contaron con hasta ¡seis! nominados– la elección de los ganadores resultó genuina, sin que mediaran condicionamientos ni compensaciones corporativas.

Entre los programas, Graduados fue el gran ganador de la noche. La ficción producida por Underground se llevó diez premios, convalidando en los Tato lo que diariamente reflejan las planillas de rating, que lo ubican como el programa más visto de la temporada. La ficción protagonizada por Nancy Duplaá y Daniel Hendler fue elegida, además, como el mejor programa del año, la mayor distinción de la noche. Anteriormente, la comedia de Telefe se había impuesto en todas las categorías artísticas y técnicas de ficción diaria. La segunda temporada de El hombre de tu vida, el programa creado por Juan José Campanella para Telefe, hizo lo propio en ficción unitaria, alzándose con cinco estatuillas (unitario, guión, dirección, actriz y actor). La única distinción para las ficciones de Pol-Ka recayó en manos de Gloria Carrá, que por su personaje bipolar en Tiempos compulsivos, que fue elegida como la mejor actriz de reparto en unitario. Otro de los programas que festejó en la noche del sábado fue La voz argentina, el reality musical que ganó en cuatro categorías (entretenimiento, conducción, arte e imagen y producción en no ficción).

En contraposición a la productiva cosecha de Telefe, El Trece apenas tuvo tres reconocimientos, de los cuales dos fueron para PPT (periodístico y conducción), aunque Diario de medianoche se impuso en noticiero. Por su parte, las cinco distinciones de Canal 7 fueron gracias a que Científicos Industria argentina –que ya va por su décima temporada al aire– fue elegido como mejor programa cultural-educativo, Fútbol para todos como deportivo, y a las tres que se llevó Peter Capusotto y sus videos. El programa de humor fue otro de los que tuvieron motivos para festejar, aunque extrañamente no haya ganado humor (no existía dicha categoría) y sí en rubros de los más extraños: Diego Capusotto fue reconocido como actor en programa unitario, y junto a Pedro Saborido se llevaron la estatuilla en dirección en no ficción, y el programa ganó en la categoría... ¡Programa de interés general! (en la terna competía con Gracias por venir, Resto del mundo y Los unos y los otros, entre otros ciclos). Algunas de las cosas que los Tato deberá corregir –como que el jurado esté obligado a votar sí o sí a tres nominados por categoría, sin posibilidad de abstenerse de hacerlo en alguna– en función de poder erigirse definitivamente como los premios que mejor representan al firmamento televisivo local.