La prestigiosa actriz argentina Olga Zubarry, de inmensa popularidad en las décadas del ‘40, ‘50 y ‘60, con más de 60 papeles en cine y varios protagónicos televisivos, murió ayer, a los 82 años. Zubarry, que había nacido el 31 de octubre de 1930 con el nombre de Olga Adela Zubarriain, se encontraba internada en una clínica porteña privada desde comienzos de noviembre y sufría desde hace años un complicado cuadro de diabetes.

Criada en el barrio de Parque Patricios y simpatizante confesa de Huracán (pasión que había heredado de su padre), Zubarry era conocida en el ambiente como La Vasca; un ambiente donde comenzó muy temprano, ya que fue extra de cine a los 13 años. Además, ostenta el privilegio de haber protagonizado el que se considera el primer desnudo de la cinematografía argentina, en El ángel desnudo, de Hugo Christensen, director con el que colaboró en innumerables films, como La muerte camina en la lluvia y Adán y la serpiente, entre otros. El ángel desnudo contenía una escena de supuesto desnudo de la actriz –se la veía de espaldas y, en realidad, tenía puesta una malla color piel– que determinó su inmediato estrellato. Eso le creó una imagen de femme fatale que con los años fue decantando y ganándole una fama de actriz dúctil, de fina sensibilidad y querida por el público.

Desestimando que se tratara de un desnudo efectivo, la actriz señaló en un reportaje concedido al diario Hoy de La Plata en junio pasado: “Ese desnudo no existió. En ese momento no podía haber un desnudo, primero porque era menor. Yo tenía una malla color carne muy adherida adelante y la espalda maquillada para que fuera del mismo color que la malla”. En ese mismo reportaje contó que ese papel le había sido ofrecido a Mirtha Legrand, que lo rechazó.

En una amplia filmografía, la actriz también apareció en las películas Mercado negro, De noche también se duerme, Las furias, Hijo de hombre, Los guerrilleros, Invasión, Las procesadas, La Mary y Crecer de golpe. Su última participación fue en 1998, en la película Plaza de almas, papel por el cual fue galardonada con el Cóndor de Plata que entrega la Asociación de Cronistas Cinematográficos. No fue su único premio: en 1961 se alzó con el Premio a la Mejor Actriz de habla castellana del Festival de Cine de San Sebastián por su papel en Hijo de hombre, sobre una novela del paraguayo Augusto Roa Bastos, dirigida por Lucas Demare.

En televisión trabajó en Nosotros y los miedos, Hombres en pugna, Propiedad Horizontal, Situación Límite, Alta comedia, Atreverse y De Fulanas y Menganas, entre otros, labores por las que obtuvo dos premios Martín Fierro. La actriz se retiró hace quince años, tras filmar Plaza de almas. Casada por 46 años con Juan Carlos Garate, quien fue presidente de Argentina Sono Film, tuvo dos hijas y tres nietos.