Cuentan los historiadores que allá por 1810, la Primera Junta le encargó a Mariano Moreno la redacción de una serie de normas y objetivos para marcar las acciones que debía tomar el gobierno revolucionario en los primeros años del nuevo país. Ese documento, que funcionaría como base fundacional, pasó a la historia como el Plan Revolucionario de Operaciones. Si bien hay acabadas muestras de su veracidad, lo cierto es que el texto original escrito de puño y letra por Moreno nunca se encontró y la copia que Eduardo Madero trajo de España se extravió durante la presidencia de Bartolomé Mitre. Incluso, no faltan quienes sospechan que fue el mismo Mitre quien “perdió” el documento, debido a que éste contradecía la Argentina que él comenzaba a construir durante su mandato. Amparándose en este vacío de la historia política argentina, Las huellas del secretario retoma aquel relato para construir una ficción en la que, doscientos años después, el texto original parece resurgir. La ficción de 13 episodios se estrena esta noche, a las 22.30, por Canal 7 (se emitirá de lunes a jueves).

Protagonizada por Malena Solda y Peto Menahem, Las huellas del secretario es la flamante serie seleccionada del Concurso de promoción TDA de series de prime time de 13 capítulos, organizado por el Consejo Interuniversitario Nacional y el Ministerio de Planificación Federal. La trama de la serie, producida por Lagarto Cine, parte de la idea –ficticia– de que la familia Madero protegió el original del Plan Revolucionario de Operaciones durante dos siglos, dividiéndolo en trece partes, mientras sus contrincantes políticos buscaron destruirlo para mantener la versión de la historia que más se acomodaba a sus intereses. En la trama, la primera hoja del manuscrito histórico se le aparece a Luis Madero (Menahem), descendiente del secretario, un profesor de Historia fóbico y obsesivo que –sin buscarlo ni quererlo– debe continuar el legado familiar y seguir tras las pistas que lo lleven a encontrar las trece páginas perdidas del documento. No estará solo en la aventura: lo acompañará Camila (Solda), una joven restauradora que le entregó al profesor el bastón en el que se encontraba la primera hoja del escrito redactado bajo el calor de la Revolución de Mayo.

“La ficción encara un tema de anclaje histórico en tono de cuento de intrigas, de thriller, que la hace muy atractiva”, le cuenta Solda a Página/12. “A diferencia de lo que se puede pensar, Las huellas... tiene la virtud de que lo histórico es apenas la excusa para contar una historia de acción que emprenden dos personajes en la actualidad, con sus personalidades y sus particularidades. “Se cuenta la historia de un tipo que es –a priori– el menos indicado para embarcarse en esta aventura, pero que una vez que conoce al personaje de Malena (Solda) termina siendo el más apropiado. La misión de dar con las trece hojas del plan de operaciones, con el correr de los capítulos, mostrará que estos personajes eran los más idóneos para llevarla adelante con éxito, pese a su torpeza e inexperiencia”, se suma Menahem a la charla.

Buscando ampliar la mirada existente sobre la historia nacional, construida a partir de los viejos manuales de historia escolares, Las huellas... lejos está de ser una ficción de época. Tampoco se propone ser fiel a los hechos que rodearon a ese plan que quedó trunco. La trama mira al pasado, apenas como una inspiración juguetona, pero la aventura que emprenden el historiador y la restauradora transcurre en la actualidad, en medio de descendientes de personalidades de la historia argentina que no quieren que ese manuscrito vea la luz y conspirarán para que los jóvenes aventureros no cumplan su cometido. “La misión de la familia de mi personaje –señala Menahem– fue presentar ese documento de generación en generación hasta que estén dadas las condiciones políticas y sociales para darlo a conocer. Mi personaje no tiene idea de este secreto familiar porque su padre cortó el legado y recién se entera cuando su abuelo es asesinado y le hace llegar el bastón que contiene la primera hoja. A partir de allí arranca un programa de aventura y acción muy entretenido”.

Escrito por Joaquín Bonet y Matías Bertilotti –también a cargo de la dirección–, Las huellas... se vale de un elenco de grandes actores (desde Luis Machín a Osmar Núñez, pasando por Manuela Pal y Salo Pasik) que dinamizan una historia que atrae no sólo por la acción narrativa sino también por la dosis de humor que despliega el fóbico personaje de Menahem. “El programa no tiene la intención de desarrollar conceptos ni bajar línea, por eso se permite jugar libremente con un hecho histórico para contar un cuento de acción y humor tan interesante como despojado de cualquier ideología”, concluye Solda.