La figura de Germán Oesterheld se hizo presente en la noche del miércoles, como el protagonista de una viñeta en blanco y negro que se resiste al paso del tiempo. Esta vez, el autor de El eternauta sobrevoló el campus de la Universidad Nacional de Quilmes, en la ceremonia de entrega del premio Nuevas Miradas en la Televisión, donde la ficción Germán, últimas viñetas –centrada en los últimos años de vida del escritor– se convirtió en la gran ganadora de la velada. El galardón, que reconoció lo más destacado de la producción audiovisual emitida en el sistema de Televisión Digital Abierta en 2013, reafirmó en su segunda edición una cuestión para celebrar de cara al futuro: la federalización de los contenidos televisivos no sólo es un hecho en sí mismo, sino que además se ve reforzada por producciones que no renuncian a la calidad.

La serie centrada en los últimos años en la vida de Oesterheld, donde su compromiso político se articuló con la necesidad de trabajar a disgusto en editoriales ideológicamente opuestas a su mirada sobre el mundo, se alzó con cuatro de las ocho nominaciones a las que aspiraba. La producción seleccionada del concurso de ficción para productoras con antecedentes del Plan Operativo de Promoción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales 2011 –llevado adelante por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) juntamente con el Consejo Asesor del Sistema Argentino de TV Digital Terrestre (Satvd-T)– se impuso como mejor ficción, guión y en dos rubros actorales, donde Miguel Angel Solá fue elegido como mejor actor y Beatriz Spelzini fue reconocida por su participación femenina en la serie.

“En la ficción quise mostrar una historia de la historieta argentina, contada desde el punto de vista del guionista más importante que tuvo la Argentina”, subrayó Luciano Saracino, al momento de subir a recibir la estatuilla por haber escrito el mejor guión del año, según la votación del prestigioso jurado. “Se lo quiero dedicar a mi hija –añadió– porque, cuando yo tenía un año, los chacales estaban asesinando en plena calle. Y cuando ella cumplió un año, el rey de los chacales se moría en la cárcel.” La historia de Germán, últimas viñetas, que estuvo dirigida por Flavio Nardini y Cristian Bernard (76 89 03), fue ambientada en los primeros años de la década del ’70. La serie fue emitida por Canal 7 y actualmente se puede ver por la web, ingresando a www.cda.gov.ar.

Entre los ganadores del premio que reconoce a la producción que abastece a la red de contenidos de la Televisión Digital Terrestre, en el nuevo panorama mediático argentino que se inauguró con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se destaca a Viento sur (AméricaTV) en la categoría Unitario, a Carlos Fuentealba. Camino de un maestro (Encuentro) como Documental unitario, a Paisanos (Canal 12 de Trenque Lauquen) como Serie documental, a Una tarde cualquiera (Canal 7) como Magazine, a ADN (Canal 10 de Córdoba) en el rubro Noticias y Actualidad, a Social Fútbol (DeporTV) como Deportivo, a Más vale tarde (Canal 10 de Córdoba) en Entretenimientos y a Cuando hay equipo (Pakapaka) en Infantil. En materia de Divulgación científica, compartieron el premio los programas Científicos industria argentina (Canal 7) y Mentira la verdad (Encuentro), que además se llevó otra estatuilla por su montaje.

La joven Vanesa González fue premiada como mejor actriz por su actuación en la serie Ruta misteriosa, mientras que Pablo Rago –por Historias de diván– y Luis Ziembrowski –por su actuación en Dos por una mentira– compartieron galardón por su participación masculina en ficción. La miniserie Rescatistas, de la región patagónica, que contaba con seis nominaciones, se alzó apenas con uno, gracias a Cecilia Clemenz en la categoría Revelación.

Conducida por Vanesa Carbone y Pablo Marcovsky, la ceremonia sirvió además para homenajear a distintas personalidades y programas históricos del medio audiovisual argentino. El periodista Carlos Ulanovsky fue el primero en ser homenajeado, “por su dedicación a investigar, reseñar, analizar y retratar la televisión argentina como uno de los medios de comunicación más populares en nuestro país”, y salir airoso en la aplicación del simple rigor periodístico. “En estos cuatro desdichados años en que las cautelares frenaban la vigencia completa de la ley de medios, los programas impulsados por el Incaa y el Ministerio de Planificación fueron la perfecta desmentida de todas esas cautelares”, puntualizó el periodista, docente y crítico.

El cineasta David “Coco” Blaustein, realizador de documentales como Cazadores de utopías, Botín de guerra y La cocina, también fue distinguido por su trayectoria. En su discurso, el cineasta bregó por “tratar de organizar la sustentabilidad de este proyecto que hoy nos permite seguir produciendo lo que estamos produciendo”. Bruno Stagnaro, junto a Ariel Staltari y Ana Celentano, recibieron un merecido reconocimiento por la serie Okupas, que hizo foco en historias alrededor de la marginalidad que el proyecto neoliberal generó en la sociedad argentina. “Me sorprende que una universidad pública haga que siga vivo este programa después de tanto tiempo y quiero compartirlo con quienes sufrieron tanto haciendo esta ficción tan difícil”, confesó Stagnaro. También Arturo Bonín subió, junto a Ricardo Halac, a recibir el reconocimiento otorgado a Yo fui testigo. “Es un orgullo recibir esta distinción de una universidad que pertenece al pueblo, en el contexto de un Estado pujante que facilita producir”, afirmó el actor.

La ceremonia sirvió para destacar la labor de Diego Golombek, docente e investigador de la UNQ, por su distinguida trayectoria en el campo de la divulgación científica; también El mundo de Antonio Gasalla, que en manos de Atilio Veronelli recibió una placa homenaje; Magazine for fai, la delirante creación de Mex Urtizberea; a Lucrecia Cardoso, presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y al Programa Polos Audiovisuales Tecnológicos.