Saliéndose de la norma, los thrillers que dirige (y a veces escribe) Brad Anderson no son trabajos de encargo para alguna gran compañía, sino proyectos propios, desarrollados por él mismo y lanzados en forma independiente. Producidos por compañías españolas, en Argentina los sellos Transeuropa y SBP lanzaron en DVD Session 9 (2001, con Peter Mullan y David Caruso); El maquinista (2004, protagonizada por Christian Bale) y, ahora, Transsiberian (2008). A bordo del tren que los lleva de Beijing a Moscú, una pareja de yanquis que profesan el evangelismo (Woody Harrelson y Emily Mortimer) se cruza con un español (Eduardo Noriega) y su novia –posibles traficantes de heroína–, además del policía ruso que los persigue. En ese papel, al camaleónico Ben Kingsley recupera la nacionalidad que ya tuvo en la miniserie El tren de Lenin (1988), tras haber hecho de indio (en Gandhi), de judío alemán (en La lista de Schindler), de torturador chileno (en La muerte y la doncella) y de patriarca hebreo (en la miniserie Moisés), entre otros tránsitos internacionales.