Ser hija de Arthur Miller no parece haber sido poco importante para Rebecca Miller, escritora, guionista, realizadora y a veces actriz. En sus películas, la figura paterna pone en sombras a las presencias femeninas que lo rodean. En uno de los episodios de Intimidades (Personal Velocity, 2002), su segundo opus y el primero estrenado en Argentina, una hija de la intelligentsia neoyorquina debía afrontar a un hiperexigente, encumbrado padre. En La balada de Jack y Rose (The Ballad of Jack & Rose, 2005) la protagonista veneraba sin vueltas al suyo, una suerte de bastión ecologista a quien interpretaba Daniel Day- Lewis. Y todo seguía quedando en familia, ya que el protagonista de Mi pie izquierdo es el marido de la Sra. Miller. Ahora, en The Private Lives of Pippa Lee, una chica decide despedir su muy agitada juventud, poniéndose al resguardo de un escritor/padre sustituto, que le lleva como 30 años.

Recién editada en DVD por el sello SP Films con el título Vidas privadas de gente famosa (que parece querer trocarla en programa de chismes televisivos), el plural del original es la clave de The Private Lives of Pippa Lee. Basada en una novela de la propia Miller, la protagonista parecería vivir no una vida, sino varias. ¿O serán máscaras, imágenes de sí misma, ilusiones de las que cae prisionera? En el presente de Vidas privadas..., Pippa (Robin Wright Penn) es una señora burguesa, que pasada la mitad de su vida está casada con Herb Lee, luminaria intelectual de la costa Este (Alan Arkin). Entre paternal y trepado a su pedestal, Herb tal vez evoque tanto al célebre padre de la realizadora como a Philip Roth. Bajo una máscara de perpetuo estupor, Pippa es la típica Señora Perfecta, cuya vida interior parecería reducirse a cursitos de cerámica y cosas por el estilo.

Lo raro es que en su juventud Pippa no fue Ésa, sino otra. Interpretada por la muy sexy Blake Lively, la Pippa joven supo entregarse a todos los excesos, que la película revive en una serie de flashbacks. Su conversión en Sra. Lee es una suerte de autopunición, el gigantesco freezer existencial en el que ha resuelto expiar sus pecados de juventud. Fábula femenina en la que resuenan ecos de muchas otras, si algo sostiene y amalgama Vidas privadas... es la actuación de Robin Wright Penn, actriz magnífica, cuyo escaso reconocimiento se debe seguramente a su notorio rechazo por histrionismos tribuneros. Como de costumbre, la esposa de Sean Penn (o no, nunca se sabe del todo cuándo Robin & John están juntos o separados) se entrega a su papel tan por entero, que prácticamente desaparece en él.

Del frondoso elenco de Vidas privadas... es posible detectar, entre los secundarios, a Maria Bello (excelente, como madre bipolar y anfetamínica), Keanu Reeves (posible candidato amoroso), Wynona Ryder (una amiga no del todo confiable), Monica Bellucci (haciendo de la ex del escritor), Julianne Moore (artista lesbiana) y la veterana Shirley Knight, que hace de mamá de Keanu.