“¿Qué harías ante un ataque químico?” Que los famosos depósitos de armas químicas de Saddam eran un invento de Bush & sus amigos no le quita vigencia a la pregunta. Al fin y al cabo, hasta septiembre de 2001 nadie se preguntó qué haría el día que los edificios más altos de la capital del mundo se vinieran abajo como torres de arena. Y se vinieron, nomás. La pregunta sobre el ataque químico viene a cuento de Right at your Door, pequeña fabulita de horror tóxico que en Estados Unidos se estrenó cuatro años atrás y ahora llega al DVD local, con el título de Terror en Los Angeles.

Es una mañana como cualquier otra en la ciudad más grande de California. Una chica se despide de su pareja y parte en auto hacia el downtown, donde trabaja. El, músico desempleado, se queda en casa: normalidad total. Pero nada se desbarata más rápido que la normalidad total. En este caso, para que se desbarate basta tener la radio prendida. Es lo que le sucede a Brad cuando escucha que una serie de bombas acaban de explotar en el centro de Los Angeles, llenando la ciudad de humo. Y no cualquier humo sino una nube tóxica que cubre el cielo. Parte en busca de Lexi, pero la policía lo hace retroceder. Cuando presencia la ejecución sumaria de un particular por parte de los ocupantes de un patrullero, Brad comprende que la cosa va en serio. En un supermercado hará lo que hacen todos: comprar varios rollos de cinta de embalar y no dejar ningún resquicio en casa, por donde puedan pasar las toxinas. El problema es cuando Lexi llega al día siguiente, pálida, transpirada y tosiendo. ¿Será capaz de dejar morir a la mujer que ama o la dejará pasar y se arriesgará al contagio? Parece no haber más opción.

Film de bajo presupuesto, podría calificarse a Terror en Los Angeles de “terror de cámara”, modalidad que hasta The Blair Witch Project y Actividad paranormal Hollywood no lograba concebir. Aunque más que película de terror, habría que hablar aquí de tragedia cotidiana de retaguardia, de la clase que el 11-9-01 multiplicó por doquier. Rory Cochrane (conocido por sus participaciones en las series CSI y 24) y Mary McCormack (de ER y The West Wing) son Brad y Lexi. El guión y la dirección corrieron por cuenta de Chris Gorak, debutante en esas lides, pero todo un veterano de la industria. Como que tuvo a su cargo la dirección de arte de películas como El club de la pelea, Miedo y asco en Las Vegas y Sentencia previa, de Spielberg, entre otras. Tal vez a esa formación haya que atribuirle que una improvisada cortina de nylon, que sirve de barrera entre marido y mujer, tenga el peso dramático que llega a adquirir aquí. Parece que los apocalipsis en miniatura le tiran a Mr. Gorak: su próxima película se llama The Darkest Hour, tiene estreno previsto para el año próximo y transcurre en Rusia, inmediatamente después de una invasión alienígena.