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8-Agente Salt

De Philip Noyce. Con Angelina Jolie, Liev Schreiber y Chiwetel Ejiofor.

2010, 100 min. Sony.

Agente Salt eleva a la enésima potencia el disparate que Lost convirtió en tendencia creativa, rizando el rizo al infinito. ¿A quién se le ocurre que la heroína de una película de Hollywood, encarnada por Angelina Jolie, resulte ser una despiadada contraespía rusa? ¿Cómo fue que los rusos volvieron a ser el enemigo, como en tiempos de Guerra Fría? ¿Desde hace cuánto el cine estadounidense no se entregaba a la incorrección de imaginar que en Moscú le lavan el cerebro a la gente? ¿De qué viejo serial sacaron los guionistas la idea de unos autómatas entrenados durante décadas por el Kremlin para asesinar presidentes norteamericanos? ¿Cómo hace la heroína para sobrevivir a tiros, atentados y explosiones? No respondan: relájense y gocen.

4-El origen

De Christopher Nolan. Con L. DiCaprio, J. Gordon-Levitt y Ellen Page.

2010, 148 min. AVH.

Nunca los sueños fueron tan solemnes como en la más reciente aparatosidad de Christopher Nolan, el siempre trabajoso realizador de Memento, El gran truco y Batman, el caballero de la noche. La de El origen es una de esas tramas tan intrincadas, que no resultan complejas sino tan pesadas como una manada de mamuts embotados. En lugar de dejarla así como está –con lo cual el espectador podría intentar dejarse llevar, aun entendiendo poco y nada de lo que pasa–, a Nolan le agarra miedo de que nadie entienda nada y entonces incluye una Guía de instrucciones para entender El origen. Con lo cual multiplica la pesadez a niveles hipopotámicos. Los creativos efectos visuales-oníricos es lo único que más o menos saca de la modorra.