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7-Una pareja despareja,

de Glenn Ficarra y John Requa. Con Jim Carrey y Ewan McGregor.

2010, 109 min. AVH.

La primera película escrita y dirigida por los guionistas de Bad Santa narra la increíble, feliz y triste historia –presuntamente real– de un tal Steven Russell, a quien Jim Carrey aporta una dosis extra de frenesí. Verdadera bestia mutante, el tipo pasa de ser un policía de pueblo, casado y con hijos, a asumirse como gay desaforado. Mientras tanto entra y sale interminablemente de la cárcel, gracias a (o por culpa de, según el caso) sus fabulosas dotes de fabulador y estafador. Dotes que le permiten ejercer la abogacía sin haber estudiado derecho jamás, tanto como darse la gran vida junto a su amante (el quebradizo Ewan McGregor, contrapeso perfecto de Carrey). Aunque la película sea menos que el personaje, éste la realza.

6-Anónima,

una mujer en Berlín, de Max Färberböck. Con Nina Hoss, Evgeniy Sidikhin e Irm Hermann.

2008, 131 min. Transeuropa.

Basada en el diario escrito por una mujer alemana durante la toma de Berlín en 1945, he aquí una película para tomar con pinzas. Narrada en primera persona por la esposa de un oficial nazi, la caída del Reich es vista como un verdadero crepúsculo de los dioses. Los nuevos ocupantes de la capital aria son transpirados eslavos de uniforme, tan bárbaros como soldados de Genghis Khan (salvo un par de oficiales aristocráticos, algo más parecidos a seres humanos). Entre sospechosa y repulsiva en el plano ideológico, en términos estrictamente dramáticos la película logra comunicar con alta eficacia la idea del apocalipsis, con esas mujeres que, entre ruinas y desorden, sólo cuentan con la resignación a la hora de entregarse al ocupante.