Diez años atrás, Jean-Pierre Jeunet logró, con Amélie, uno de los grandes batacazos globales del cine del siglo XXI. No sucedió lo mismo con la siguiente, Amor eterno, donde Audrey Tautou combatía los obuses de la Primera Guerra con una artillería de mohínes. Cinco años más pasaron y Jeunet vuelve ahora a la carga con Micmacs, que Sony Pictures acaba de lanzar en DVD con el subtítulo Un plan de locos. Todas las marcas (de estilo y de las otras) del realizador de Delicatessen están presentes en esta historia en la que un grupo de niños-grandes (todos ellos como recién salidos de una troupe circense) se lanzan no contra una gran y desalmada corporación, sino contra dos de ellas. El protagonista de Micmacs (el cómico Danny Boom, casi desconocido por aquí, pero enormemente popular en Francia) decide vengarse de dos fabricantes de armas al mismo tiempo: los que produjeron la bala que mató a su padre y los que diseñaron la que, alojada en su cabeza, fue el inicio de todas sus desgracias. Como de costumbre en Jeunet, la imagen tiene un tono como de libro ilustrado para niños y abundan los mecanismos ingeniosos y chaplinianas referencias al cine mudo. Desde ya que no falta un papel para Dominique Pinon, actor fetiche del realizador, y dos más para esas glorias del cine francés que son los veteranos André Dussolier y Jean-Pierre Marielle.