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Viernes, 8 de diciembre de 2006

VIDEO › “NEGOCIOS O PLACER”, CON CARY GRANT Y KATHARINE HEPBURN

Ecos de una pareja mítica

La película, filmada en 1938, no perdió nada de su encanto con el paso del tiempo. Hace trizas el carácter sacrosanto del american way of life. La edición en dvd coincide con el vigésimo aniversario de la muerte de Grant.

 Por Horacio Bernades

En el origen fue The Cary Grant Box Set, bella caja de devedés editada a comienzos de año en Estados Unidos. La caja contiene cinco de las películas que el astro filmó para la Columbia Pictures, entre fines de los años 30 y comienzos de los 40. A un precio irrisorio de U$S 49,50 (lo que da 10 dólares por película), el pack consiste en las siguientes películas: The Awful Truth (1937, conocida en Argentina como La pícara puritana), Holiday (Vivir para gozar, 1938), Only Angels Have Wings (Sólo los ángeles tienen alas, 1939), His Girl Friday (Ayuno de amor, 1940) y The Talk of the Town (Tres contra todos, 1942). De ellas, LK-Tel (licenciatario local de Sony Pictures, dueños del catálogo de Columbia) había editado previamente en Argentina las magistrales Ayuno de amor y La pícara puritana, esta última con el título Terrible verdad. Ahora, el mismo sello acaba de lanzar Holiday, con el título Negocios o placer.

Es la vieja cuestión de vaso vacío o vaso lleno. Los que tienden a verlo de la primera forma se lamentarán de que semejante pack vaya saliendo de a pedacitos y a las cansadas en Argentina. Los partidarios del vaso lleno tal vez celebren el sentido de oportunidad de la edición local, aunque es muy posible que se trate de una pura casualidad. Sucede que el motivo del lanzamiento de The Cary Grant Box Set es el vigésimo aniversario de la muerte del hombre del hoyuelo, y ese aniversario se cumplió el miércoles de la semana pasada. Con lo cual termina teniendo más timing la edición local de Holiday que la flor de caja quíntuple editada en febrero en EE.UU.. Y tratándose de Cary Grant, se sabe, el timing lo es todo. Como por otra parte lo más factible es que LK-Tel edite las dos que faltan (Sólo los ángeles tienen alas y The Talk of the Town) de aquí a un plazo razonable, la barra del vaso lleno festeja empinándolo. Aunque, teniendo en cuenta los antecedentes, habría que ver con qué estrambóticos títulos salen, y conviene no alimentar grandes esperanzas con respecto a los extras.

En efecto, el box set original contiene uno o dos bonus por cada disco. Bonus que hasta aquí no llegaron (el caso de Ayuno de amor y Terrible verdad) o llegaron en inglés y sin subtítulos (que es lo que sucede con el incluido en Holiday, informativo recuento sobre los años de Cary en la Columbia). Pero basta de quejas, que hay que hablar de Holiday, segunda reunión de Sir Archibald Leach (nombre verdadero de Grant, nacido el 18 de enero de 1904 en Bristol, Inglaterra) con la que sería su más grande partenaire, la señorita Katharine Hepburn. Ambos se habían conocido tres años antes en Sylvia Scarlett, donde, bajo la guía de George Cukor, Cary hacía de un simpático estafador y la Hepburn se travestía. Volverían a ponerse a las órdenes de Cukor un par de años después, en La pecadora equivocada (The Philadelphia Story), provocativo triángulo prematrimonial y una de las cimas absolutas de la comedia sofisticada de todos los tiempos.

Basada, como La pecadora... , en una obra del dramaturgo Philip Barry y convertida en guión por el prolífico Donald Ogden Stuart, Holiday coincide con aquélla en su voluntad de hacer trizas el carácter sacrosanto de la institución matrimonial. Y de otra institución aún más arraigadamente estadounidense: la del capital. Hijo de un almacenero y muchacho sumamente trabajador, Johnny (Grant) se enamora de la hija de uno de los tipos más ricos de todo Estados Unidos. Si ya es un problema que el suegro (pintado como un viejo ultrarreaccionario) acepte como futuro yerno a alguien que no tiene la más mínima alcurnia, qué decir de cuando el bueno de Johnny anuncia que piensa trabajar sólo unos años más, para tomarse después una larga temporada sabática y decidir qué quiere hacer con su vida. Absolutamente desinteresado de cuestiones como el dinero, la carrera y el progreso económico, es lógico que Johnny simpatice más con su futuro cuñado y cuñada que con la novia, la más fiel a papá. El cuñado es una suerte de artista decadente y borrachín, y la cuñada es... Katie Hepburn. “Soy la hermana loca, el problema familiar, lo que es mejor no nombrar”, avisa de entrada.

En uno de los primeros encuentros, Linda (Hepburn) le encaja una manzana en la boca a Johnny, sin siquiera preguntarle si quiere morder. En la primera escena de la película Grant había anunciado su solución frente a toda clase de problemas: dar vueltas carnero. El optimista juvenil y la mujer moderna, que vive anticipándose a las decisiones del hombre: nacía una pareja mítica, que aún hoy parece estar viviendo en el futuro.

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