Viernes, 26 de octubre de 2007 | Hoy
VIDEO
SOSPECHA MORTAL
de Mike Figgis.
Con Richard Gere, Andy García y Nancy Travis.
1990, 115 min.
AVH.
Oportuna edición en devedé de este notable thriller, que no recula ante cuestiones identitarias y hasta metafísicas. Esto último, dado por la progresiva contaminación entre el bien y el mal, representados por un incorruptible agente de Asuntos Internos (Andy García) y un “poronga” de la policía, a quien da vida Richard Gere. En el papel de su vida, este último compone a un perverso polimorfo, temible e irresistible. A partir de determinado momento ya no queda claro si se trata de la lucha del bien y el mal o de ver simplemente quién la tiene más larga. El resto lo aportan un García inmejorable, la fotografía del gran John Alonzo y el británico Mike Figgis, que ni antes ni después dirigió nada igual.
EL JUSTICIERO
de Benny Chan.
Con Aaron Kwok, Ekin Cheng y Daniel Wu.
2005, 101 min.
Emerald.
Como el protagonista de un tango, el héroe de Divergence (título original de esta película dirigida por Benny Chan, protégé de Jackie Chan) sufre, llora y se emborracha por la desaparición de su amada, acontecida diez años atrás. Al mismo tiempo, su puesto como detective hace agua, después de que un francotirador atravesara de un balazo al testigo al que debía proteger. Policial adrenalínico con corazón de melodrama, como en todo film hongkonés las escenas de acción son de primera, con más de una idea visual tomada “prestada” de Brian de Palma. Con el intensísimo Aaron Kwok en el protagónico, el exceso de vueltas de tuerca le juega en contra a este muy estilizado film.
MOGAMBO
de John Ford.
Con Clark Gable, Ava Gardner y Grace Kelly.
1953, 116 min.
AVH.
Sale en DVD este clásico del cine de aventuras, al que la mano del gran John Ford realza. Remake de Red Dust (film de los primeros 30), un canoso pero todavía dominante Clark Gable retoma con variantes su papel de aquella película, esta vez como cazador blanco en Kenia. Ava Gardner es la cabaretera a la que el marajá de Bangalore dejó en la estacada, y Grace Kelly su perfecta contracara, la impecable esposa de un antropólogo de escritorio. La idea básica es ver cómo lejos de la civilización hombres y mujeres se comportan como animales en celo, lo cual da pie a que la rubia y la morocha afilen las uñas. Las uñas y la lengua, en el caso de Gardner, que está maravillosa.
BON COP BAD COP
de Erik Canuel.
Con Colm Feore y Patrick Huard. 2006,
116 min.
Gativideo.
Por más que esté trajinada, la de la buddy movie (comedias policiales protagonizadas por un par de héroes antinómicos) es una fórmula que, cuando no queda muy a la vista, suele dar buenos resultados. En este caso, la idea es simple y eficaz: cuando aparece un cadáver justo en la frontera entre la Canadá francófona y la angloparlante, un detective de cada zona –que se aprecian tanto como hinchas de River y Boca– debe investigar el crimen. Como los actores tienen buena química y el director sabe darle ritmo, la cosa se hace llevadera. Pero Bon Cop, Bad Cop es de esas películas a las que no les alcanza con ser graciosa: además quiere parecerlo. Y ahí es cuando deja de serlo.
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