9-Winchester 73,

de Anthony Mann. Con James Stewart, Shelley Winters y Stephen McNally.

1950, 92 min. AVH.

Inicio de uno de los más celebrados ciclos fílmicos en toda la historia del western, Winchester 73 es la primera de las cinco ocasiones en que el realizador Anthony Mann (a quien Jean-Luc Godard apodó SuperMann) hizo de James Stewart uno de los héroes más oscuros del género. Si a ese héroe solía moverlo una despiadada sed de venganza, ese motivo ya se anuncia aquí, con Stewart intentando cobrarle a su propio hermano la muerte del padre. Lo extraordinario de Winchester 73 es el modo en que la circulación, mano en mano, del rifle que da título al film, va estructurando el propio relato, de un episodio en otro. Hasta que al final los antagonistas se encontrarán fatalmente, como en una tragedia griega.

7-Perseguidos por el pasado,

de David von Ancken. Con Liam Neeson y Pierce Brosnan.

2006, 115 min. AVH.

Durante poco más de una hora, mientras se reduce al puro mecanismo de la persecución implacable, este western funciona admirablemente bien. Tan reducido al hueso está el motivo central que ni siquiera se sabe quiénes son los antagonistas. Ni por qué uno de ellos (Liam Neeson) persigue al otro (Pierce Brosnan, casi irreconocible con barba y pelos desgreñados), en compañía de un grupo de mercenarios (entre ellos, Michael Wincott, el tipo con el más grande vozarrón de todo Hollywood). La revelación de la relación entre ambos es muy buena, porque invierte los roles dramáticos. Pero en la última parte la cosa se pone existencial y alegórica, y se va irremediablemente al tacho.

7-Rosaura a las diez,

de Mario Soffici. Con Juan Verdaguer, Susana Campos y M.L. Robledo.

1958, 100 min. Gativideo.

Transposición a formato DVD de la reciente restauración de este clásico del cine argentino, esta edición restituye cuadro e imagen originales, haciéndolos lucir a nuevo y permitiendo apreciar sobre todo la excelsa fotografía en blanco y negro del notable Aníbal González Paz, aquí en una de las cimas de su larga carrera. Rosaura... es también una cima para Juan Verdaguer, notable acierto de casting, en uno de esos papeles que quedan adheridos a un actor para toda la vida. Ejercicio manierista, en su primera parte Rosaura... (clásico tal vez sobrevalorado) aparece impregnada de costumbrismo y teatralidad. Se libera de esos lastres en su transcurso, a medida que se ennegrece y se pone sórdida.

6-El fin de la inocencia,

de Michael Cuesta. Con Conor Donovan, Jesse Camacho y J. Reiner.

2005, 94 min. Transeuropa.

En una zona rural, uno de dos hermanos mellizos provoca a un par de pesados y termina muriendo, en horrible accidente. El otro mellizo, que oculta con una máscara una mancha de nacimiento, carga a partir de ese momento con la culpa, enrostrando la muerte del hermano a los verdaderos responsables, que cumplen condena. Al mismo tiempo, otro de los sobrevivientes debe sobrellevar una extraña enfermedad que le anula el sentido del olfato, mientras la cuarta integrante del grupo de amigos descubre su sexualidad, gracias a un leñador de las inmediaciones. De lo que este pequeño film indie parecería adolecer es de un sentido de dirección, que encamine estas subtramas con mayor nitidez.