7-Entre vivos y muertos,

de Simon Rumley. Con Roger Lloyd-Pack, Leo Bill y Kate Fahy.

2006, 83 min. AVH.

Tras un largo paso por festivales llega al video esta curiosidad británica, dirigida por un realizador de sólo 26 años. Como si una película de James Ivory se pudriera de pronto, poniéndose mórbida y gore, Entre vivos y muertos transcurre en una mansión campestre, en estado ruinoso por culpa de la economía familiar. Bah, no sólo de la economía: mamá está postrada y el hijo sufre de una enfermedad congénita, muy semejante a la espasticidad. Sintonizando con el soterrado humor negro que recorre la película, la diversión (y la sangre) aparecen a partir del momento en que el posesivo muchacho decide cuidar a mamá él solo. Cosa que visiblemente no está en condiciones de hacer.

7-La leyenda del perro amarillo,

de B. Davaa. Con N. Batchuluun, B. Daramdadi y B. Urjindorj.

2005, 93 min. Transeuropa.

Como en su anterior La historia del camello que llora, la realizadora mongola Byambasuren Davaa vuelve a las planicies de su país, a las familias nómades y a los animales de compañía. Cambiando perro por camello y bajando unos decibeles el emocionalismo de la anterior, no se trata ahora de convencer a una camella de amamantar a su pobre cría rechazada, sino de convencer a papá de que el perro que su hija adoptó no acarreará ninguna desgracia a la familia, creencia devenida de una vieja leyenda. Derivando sobre el final a una alegoría algo “puesta” sobre las relaciones entre lo civilizado y lo salvaje, Davaa sigue apostando a lo que podría denominarse cine étnico-dramatizado.

7-La brújula dorada,

de Chris Weitz. Con Dakota Blue Richards, Nicole Kidman y Daniel Craig.

2007, 113 min. AVH.

Por qué razón todo el mundo le tiró con lo que tenía a mano a esta fantasía para niños y preadolescentes, que a criterio de esta página supera a su inflado modelo, Las crónicas de Narnia, es algo difícil de comprender. Hay un verdadero empuje fabulador y aventurero en esta historia, con sus viajes a heladas tierras nórdicas, mascotas que mudan de forma, brujas buenas y malas, animales parlantes, combates de fieras, villanescos representantes del oscurantismo y estrafalarios cowboys aéreos (el gran Sam Elliot). Además, vamos, ninguna película que le dé a la cerosa Nicole Kidman el papel de bruja mala que desde hace tiempo merece puede ser menos que buena.

7-Mi ex,

de Jesse Peretz. Con Zach Braff, Amanda Peet y Jason Bateman.

2006, 89 min. Transeuropa. 7 puntos

Nada más apto para la pantallita de tele que esta suerte de sitcom larga, protagonizada por dos figuras del género, como Zach Braff (Scrubs) y Amanda Peet (Jack and Jill). Cuando ella se pone grávida y a él lo echan por enésima vez de un empleo, Braff se ve obligado a aceptar el ofrecimiento de su suegro (el veterano Charles Grodin), entrando a trabajar en una agencia de publicidad. No le resultará fácil: la agencia funciona como absurda secta new age, con su director ocupando el lugar de reverenciado gurú. Para peor, su compañero de equipo (Jason Bateman, de Juno) es un competitivo tan insoportable como intocable (anda en silla de ruedas), que encima le quiera soplar a la esposa.