Franco Berardi nació en 1949. Le dicen “Bifo” desde que empezó a firmar con ese seudónimo algunas pinturas. En su juventud se unió al grupo de izquierda Poder Operario, y se graduó en Estética en la Facultad de Literatura y Filosofía de la Universidad de Bolonia. Las movilizaciones del ’68 lo encontraron en plena actividad. En 1970 empieza a publicar. Se comprometió con revistas que marcaron época, como A/traverso y Alfabeta. A lo largo de esa década se metió en la movida de las radios alternativas y con el proyecto Radio Alice marcó junto a sus compañeros un verdadero hito para quienes desafían el discurso único. Buscado por la policía, debió emigrar a París. Allí se relacionó con Michel Foucault y Felix Guattari, con quienes compartió opiniones y lecturas. Luego se trasladó a Nueva York, aunque alternó viajes por India, México, Nepal y China. En los noventa escribió algunos artículos sobre la cultura Ciberpunk; y más tarde, en 2002, se integró a Telestreet, la red de televisoras comunitarias de Italia. El año pasado visitó el país y dice tener ganas de volver en marzo porque quedó “más que entusiasmado” con lo que vio. Mientras, se gana la vida dando clases y es uno de los referentes del mediactivismo, corriente de militancia que concentra sus acciones en la dimensión comunicativa. Por último, acaba de integrarse a una “lista ciudadana” para presentarse en las elecciones para autoridades locales de Bolonia. “La situación macro es tan mala que las ciudades van a convertirse en un espacio muy importante para empezar a reinventar lo que nos pone mal. Por eso apostamos por un movimiento de ‘proyectualidad democrática y creativa’ en el que se pueda participar acompañando al vecino”, revela. Ha publicado, entre otros, Skizomedia, treinta años de mediactivismo (2006), Radio Alice y el diablo. Historia de una radio subversiva (2002), Cómo se cura al nazi (1994) y Generación post alfa (2007).