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Si la música tiene la rara cualidad de unir los polos opuestos, la trayectoria de Ariel Minimal es un buen ejemplo de esto: de sus comienzos punk con Descontrol, su primer banda, hasta su presente junto a Litto Nebbia hay un recorrido zigzagueante y apasionante: “En mis inicios con Descontrol, mi primer grupo, yo era un pibe que se había mudado de Lugano a Villa Crespo y estaba descubriendo lo que era la escena punk de entonces, bandas como Todos Tus Muertos. Yo era straight edge y cantaba cosas muy personales: tenía un tema contra las drogas... los chicos de la banda me cargaban porque tenía el pelo corto: me decían que nunca iba tener éxito si no me dejaba el pelo largo y me mostraban la Metal o la Pelo. A fines de los ’80, la época de Los Minimal (banda influenciada por The Who, con un onda mod) o Martes Menta, las recuerdo como un período de disfrazarme. Mi entusiasmo era sincero, pero era como ponerme el traje de Batman y jugar a algo, a ser mod o ser moderno”. Muchos conocen a Ariel como guitarrista de Los Fabulosos Cadillacs, donde entró en la época de Fabulosos Calavera. “Yo venía del under y entré en una banda con muchos instrumentos, tuve que aprender a tocar con una orquesta. En los Cadillacs viví todo lo bueno y todo lo malo que implica estar en una banda exitosa a nivel internacional: con ellos tuve la oportunidad de medirme como músico en escenarios grandes y darme cuenta de que me la bancaba.” Este año, el talento de Ariel se puso al servicio de otro peso pesado: Litto Nebbia. “Lo tomo como una licenciatura, Litto Nebbia y La Luz, como si me hubiera ganado una beca. Con Litto estoy todo el tiempo aprendiendo acordes nuevos y pasándonos música.”