La programación estival de los canales, plagada de latas y repeticiones, seguramente no ayudará a revertir la alarmante tendencia que la TV abierta argentina viene teniendo en este último tiempo. Es que en 2008, el encendido de la TV abierta a lo largo del año volvió a bajar: la suma del acumulado entre los cinco canales de TV abierta alcanzó el 64,21 por ciento, por debajo de los 65,64 por ciento que midió en 2007, según los datos que se desprenden del Telereport realizado por Ibope. En contraposición, la TV paga aumentó su participación de 38,49 por ciento a 39,77 por ciento, implicando un crecimiento de audiencia de 1,28 respecto de 2007. El encendido en 2008 que la TV abierta argentina registró es el más bajo de los últimos cinco años, en una tendencia negativa que amenaza no tener fin. Más allá de que la TV comenzó a perder consumidores en el contexto de una sociedad que adoptó masivamente las nuevas tecnologías, lo cierto es que la TV abierta lo hace en mayor medida que la TV paga. Y eso, sin dudas, obedece más a los contenidos que ofrece la TV abierta que a cualquier otro elemento socio-cultural. Una estadística más que los programadores deberían tener en cuenta antes de pensar su estrategia de programación.