Los entrevistados subrayan que Internet es una de las mejores amigas de los independientes, en tanto que el disco ha entrado en una crisis de la que le va a ser dificultoso salir. Si el rostro agradable de las nuevas tecnologías les permite formar público, promocionarse y avanzar con sus propias grabaciones; el más polémico los pone frente a la inevitabilidad de las descargas y la necesidad de juntar billetes que equivalgan a un sueldo decente. Mantel: “No hemos dado con una manera de que se valore lo que hacemos en términos económicos, y es comprensible. Leyendo biografías de Mozart, ves que en realidad nunca se supo bien qué valor ponerle a la música. Se presentaba frente a reyes poderosísimos, los emocionaba y después le dejaban cinco mangos. ¿Será que es imposible medir la música con billetes?”. Para Borra tampoco hay un valor monetario. “Tal vez sea así –aventura– y la música y el dinero están en planos separados. El asunto es que para poder crear necesitás vivir.”