Experimentar y combinar disciplinas son tareas que la directora Eva Halac no abandona. Con estudios de actuación, dramaturgia, mimo, canto, danza y escenografía, esta artista premiada por sus trabajos y licenciada en Ciencias Políticas acredita excelentes montajes, como Sonata de Otoño (teatro con muñecos inspirado en el texto de Ramón del Valle Inclán); La invención de Morel (también con marionetas), de Adolfo Bioy Casares; El ruiseñor, del relato de Christian Andersen, y El retablillo de Don Cristóbal, de Federico García Lorca. Entre otros espectáculos, estrenó 1810. Romance para títeres de los días de mayo; Carmen, de Bizet; El Corsario, de Verdi, y La Serva Padrona, de Pergolessi. Dirigió El deforme, La Divina Pintura, Los pianistas, Español para extranjeros (todas piezas propias) y Juan Moreira, una leyenda argentina, versión de la novela de Gutiérrez; Un guapo... (a la manera de intervenciones urbanas) y Ansia. Tour de Force. Se desempeñó en la subdirección del Teatro Nacional Cervantes durante la conducción de Julio Ba-ccaro y hoy continúa con su teatro de títeres y sus experimentos escénicos. En mayo presentará en el Cabildo una nueva puesta sobre la Reconquista y la Revolución.