Da la sensación que Entre los muros transcurre en tiempo real. Consultado acerca de si esto fue premeditado, Cantet explica que buscaron “tener esta sensación. No fue fácil, porque durante el rodaje, a veces, dejábamos que la cámara filmara durante veinticinco minutos seguidos y en el montaje teníamos que condensar esto, conservando esta sensación de tiempo real”. Por otro lado, el realizador francés considera que “es muy representativo de lo que pasa en una clase: parece que no pasara nada; de pronto, ocurre algo formidable o estalla una crisis. Es algo que no es coherente y yo quería reflejar esto, que es lo que sucede en una clase. Uno de los poderes de seducción que tiene la película es que tenemos la impresión de que corremos detrás de ella. Los sucesos van llegando más rápido que nosotros, las respuestas llegan antes”.