LITERATURA
Novelas después del boom
“La primera vez que estuve en Maryland hice un listado de las diez novelas clásicas latinoamericanas del siglo XX, entre las que están Rayuela, Don Segundo Sombra, Cien años de soledad... –dice Ramírez–. Y ahora hice otro de diez de fines de siglo, entre las que están La tierra del fuego, de Silvia Iparraguirre; Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez; La vida que se va, de Vicente Leñero; Morir en Berlín, de Carlos Cerdá, y Tinta roja, de Alberto Fuguet. A través de estos libros quise ejemplificar la distancia que hay entre el boom y las generaciones siguientes. Pero bajo un hilo conductor que a mí me parece que sigue allí: para la novela de América latina es muy difícil separarse de la vida pública. Bueno, las novelas son siempre de la vida privada, pero es difícil contarla aquí sin el marco de referencia de la pública. O dejar de pensar que los personajes de la vida pública, o las grandes epopeyas de la historia, pueden ser material para la novela. Ya no se trata de los dictadores folklóricos y fantásticos como los del boom, sino de otros temas, como las grandes migraciones a los Estados Unidos, el narcotráfico, la globalización...”