TELEVISION
Sobre la movida quirúrgica
Extreme Make Over, de Sony, fundó la utopía: allí todos se someten a multioperaciones que terminan bien, salen hechos a nuevo, a medida, y después son exitosos en el amor o reúnen a su pueblo de provincia que agradece la reconstrucción del freak y el minuto de fama conseguido. Su pariente cercano, El cisne, de Warner, restringió (algo anacrónico) el cambio sólo a amas de casa desesperadas y le sumó el morbo de verlas competir, todas cirujeadas, en el concurso de belleza artificial. La que obtuviera la corona se llevaría el fajo y la felicidad. El más extremo de todos en su apología del quirófano es el Doctor 90210 de E! Entertainment, convirtiendo al médico y karateca Robert Rey en una estrella tanto en su clínica de Beverly Hills como en la intimidad de padre y esposo. A sus pacientes les promete una vita nuova, la ilusión de ser otro que –simplificada– es el espectáculo perfecto para cualquier canal. La operación es la cuenta pendiente que combate divorcios y reanima la vida amorosa en desuso. Sólo la serie Nip Tuck, de Fox, se atrevió (antes de la Tota) a parodiar y cuestionar el fenómeno, con sus raids sangrientos que muchas veces terminaron mal, narrando con humor las intervenciones de dos médicos tan exitosos como Robert Rey. Sólo que la ficción, esta vez, elige el tono ácido de la comedia sarcástica. Y, sobre todo, no promete el paraíso.