Si bien es un proyecto que no está concretado, probablemente Ricardo Darín será dirigido por Pablo Trapero, uno de los directores emblemáticos de lo que el periodismo denominó Nuevo Cine Argentino. La idea es conocer si para Darín hubo efectivamente un movimiento de renovación encarado por la juventud. “Yo no sé si es un movimiento”, dice Darín, y agrega que “sobre todo en nuestras latitudes, todo está demasiado supeditado a emprendimientos generalmente individuales, buscando apoyo de acá, de allá, haciendo esfuerzos y negociaciones para poder sacar adelante proyectos. Y ése es el motivo, quizá, por el cual todavía nos cuesta hablar de una industria cinematográfica argentina”. Darín confía “muchísimo en la renovación porque cuanto más despojado se esté de necesidades (esto no significa desconocimiento) imperiosas de atender determinados temas pura y exclusivamente, me parece que hay más chances de creatividad y de libertad a la hora de elegir temas. Y por consiguiente, el tratamiento de los temas”. Y agrega que para eso “hace falta talento, no hace falta solamente juventud. Ojalá la juventud fuera garantía de renovación y mejoramiento. Hace falta una combinación de factores en donde interviene la energía de la juventud, la calidad necesaria del talento. Y cuando se da eso aparecen cosas interesantes y renovadoras y nos entusiasmamos todos”, concluye Darín.