Objeto de culto plurigeneracional, dispuesta para cautivar a un público también metarrockero, La Biblia según Vox Dei mantiene su vigencia intacta. Fue concebida durante el pico creativo de un grupo que, nacido en las entrañas suburbanas de Quilmes, fue escalando en prestigio hasta llegar a ser uno de los más importantes del rock argentino de los ’70. Refractarios, frontales, nada estereotipados ni pretenciosos, los Vox Dei supieron combinar como pocos rusticidad, lirismo y melodía. En el origen –1967– se llamaron Mach 4 y cantaban en inglés temas del Spencer Davies Group y Rolling Stones. Después se cambiaron de nombre y, por sugerencia de Luis Alberto Spinetta, comenzaron a cantar en castellano. El primer tema en esta lengua fue Azúcar amarga –otro clásico– incluido en el disco debut –Caliente– que grabaron para el sello Mandioca en 1969. En la madre de los pibes, también, comenzaron a grabar La Biblia, cuyas sutilezas musicales contrastaban con los temas rudos y contestatarios del disco debut: Cuero o Compulsión, por caso. En medio del proceso pasaron a otro sello –Disc Jockey– y la grabación les demandó un año y medio de trabajo. Incluso con inconvenientes porque, promediando el trabajo, el guitarrista Juan Carlos “Yodi” Godoy decidió irse y tuvieron que terminar el trabajo como trío. Para la ampulosa presentación en vivo, el grupo recurrió al guitarrista Nacho Smilari –que debutó en el BA Rock ‘71–, cuya guitarra se escucharía después en Tan sólo un hombre y Dónde has estado todo este tiempo, el simple que sucedió a La Biblia. En 1973, después de editar Jeremías pies de plomo (1972), Vox Dei firmó contrato con CBS, y atravesó el último momento brillante de su historia con tres discazos: Es una nube, no hay duda (1973), Vox Dei para Vox Dei (1974) y Ciego de siglos (1976). El devenir del grupo, con alguna excepción, fue irregular.