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En enero pasado se hizo pública la supuesta compra de una empresa formada por el ex banquero menemista Raúl Moneta y Matías Garfunkel del paquete de radios pertenecientes al grupo CIE (Rock&Pop, Metro, Blue, Splendid, San Isidro Labrador y sus repetidoras). Aunque el organismo regulador aún no tuvo notificación alguna y la ley de medios –tanto la vieja como la recientemente aprobada– no permite dicha transacción, el anuncio causó revuelo. ¿Sabía algo Martin, una de las figuras más importantes de Metro, de la supuesta compra? “Estoy al tanto porque la radio está en venta desde hace años. Estuvimos esperando que llegara una oferta de la Madre Teresa de Calcuta, pero lamentablemente llegó de Electroingeniería, Midlin y de Moneta, grupos económicos diferentes pero parecidos. Ahora parece que Moneta la adquirió. De todas maneras, cada grupo empresario responde a su propio interés.”

–El problema es que ese interés no parecería ser artístico...

–No, persiguen intereses económicos. Pero eso nos beneficia.

–¿Por qué?

–Porque hay dos cosas para los cuales alguien quiere tener un medio: o para hacer un negocio político, o para hacer un negocio económico. Por suerte, Metro y Rock&Pop son negocios económicos: dejan plata a quien sea el dueño. Además, creo, nadie podría venir a operar a Metro y Rock&Pop porque tienen contenidos establecidos; si los retocan cometen una torpeza. Si los sacás del aire se pierde el negocio y la audiencia. Aunque suene a chiquilinada, en este esquema de algún modo la radio es nuestra. ¿Qué compraron los nuevos dueños al adquirir Metro? A Ernestina Pais, a Andy (Kusnetzoff), a nosotros, a Sebastián (Wainraich)... La radio, sin la programación, deja de ser Metro y deja de ser negocio. Diferente es si lo que se adquiere es una AM, donde desde los noticieros y la información se puede operar políticamente. Por eso creo que quien la compre no va a tocar nada. Los empresarios son hinchas de la plata.

–¿Pero ustedes sabían de la operación o no?

–A mí me sorprendió. No sabía que estaba Moneta atrás de la venta. Sería una torpeza meter mano en la radio. No veo que haya una operación política. Se opera desde otros medios, una AM, un canal de noticias.

–Pero Metro tiene llegada a otro target y la utilización política podría ser más sutil.

–¿Pero van a venir a decirme a mí que diga tal o cual cosa? Sería una torpeza. No me pasó nunca que me digan que hable bien o mal de tal o cual persona. Aunque pertenecer a una empresa te condiciona, porque te circunscribís al universo de su interés, como cuando por la productora de shows teníamos que hablar mucho de Creamfields. Eso ya es bastante.

–¿Y si llegara a pasar que intentaran condicionar la línea editorial?

–No me lo bancaría.