“Por supuesto, es evidente que reconocer la inscripción del mercado dentro de la sociedad y el de la sociedad de mercado en la ecología es un gran desafío para la moderna lógica del valor. Tal vez sea por esta razón que el propio Dalai Lama ha querido sentar su posición en referencia al que considera el mejor sistema económico: ‘Soy un monje marxista, un budista marxista’, dijo con aires provocativos en una conferencia realizada en el Instituto Indio de Administración. ‘Me ubico en el campo marxista porque, a diferencia del capitalismo, el marxismo es más ético’ (...) Las ideas de justicia social del Dalai Lama no son muy conocidas en el Primer Mundo, donde se lo suele retratar como un personaje adorable, apolítico y dueño de una sabiduría que llega hasta el otro mundo sin tocar éste. No obstante, los modelos políticos y económicos que se desprenden del budismo tienen un enfoque muy distinto del que tiene el consumismo o el mero acto de votar cada cuatro años. Son formas de gobierno que proponen una práctica política cotidiana de regulación de los valores, los recursos y la distribución.”

* Extracto de $0, cuando nada vale nada.