Cuando se refiere a su sala La Máscara, Gonzalo se entusiasma. “Es un sueño cumplido, un espacio de resistencia”, desliza. “Su gestación tuvo que ver con un gesto inolvidable del Suteba, que es el dueño de casa. En plena Carpa Blanca, me arrimé a ese fenómeno de reclamo popular y ellos tenían este espacio, al que pensaban habilitar como teatro”, cuenta. Gonzalo es un actor de vasta experiencia en teatro comercial que, para él, tiene su razón de ser también. No obstante, a la hora de diferenciar los terrenos, el director se explaya. “En el teatro independiente aparece la veta creativa. Lo caracteriza el tesón, la convicción. Conserva inalterable el espíritu de los que lo parieron. Es bueno que el mundo sepa que los actores no nacimos de un repollo. Tenemos caídos, luchadores, gestores que nos han precedido y por eso tenemos lo poco que tenemos hoy”, subraya. Y rememora una frase de Pepino el 88. “Hicimos a los ponchazos el teatro que quisimos hacer. El que no pacta. No se compromete con nadie, sino con mucho y con algo.”

La diferencia está, para él, en los contenidos que uno y otro ámbito plantean. “Lo que se expresa en el teatro independiente es lo que se siente. Todo viene de ahí, después empezó a ser un negocio, una empresa. Es honesto y legítimo.” Con esa frase, queda claro que a Gonzalo –pese a que se ocupe de recalcar ventajas– no le preocupan tanto los ámbitos: su versatilidad para moverse en uno y otro lo reafirma. De la televisión, en efecto, espera lo mismo que del teatro. “Festejo cuando veo algo que me expresa como ciudadano. Después de mucho tiempo apareció un ciclo como Lo que el tiempo nos dejó. Cuando se le asigna la categoría de serio a un programa es porque transmite algo innegable para uno.” Hace rato que Gonzalo no participa en televisión –lo último fue Mujeres de nadie–, por eso celebra el empuje que podría dar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a producciones nacionales. “Estoy esperando ofertas. Está jodido. Son tiempos duros. Entonces, el teatro es el leit motiv al que uno recurre.”